Ser conscientes del impacto ambiental de nuestros hábitos diarios es el primer paso hacia un estilo de vida con menos residuos. Las buenas prácticas que componen esta guía se basan en el movimiento Zero Waste, conocido en nuestro idioma como Residuo Cero.
Puede que este objetivo nos parezca ambicioso y difícil de incorporar en nuestra vida diaria. Por eso, lejos de preocuparnos por alcanzar esta cifra, nos centraremos en aproximarnos a ella siguiendo la regla de las cinco erres:
Rechazar aquello que no necesites.
Reducir aquello que no necesites.
Reutilizar cada objeto todas las veces que sea posible.
Reciclar aquello que no podemos rechazar, reducir o reutilizar.
Reincorporar (Compostar) el resto.
Los Kits Residuo Cero son una manera fácil de empezar a reducir tus residuos domésticos:
Kit compras
Consejo: ¡hazlo tú mismo! Elaborar alimentos y recetas en casa favorece de forma considerable la reducción de envases desechables. Puedes hacer pan, bebida vegetal, salsas o conservas en casa comprando los ingredientes necesarios a granel.
Kit higiene
Consejo: el jabón natural, el vinagre, el bicarbonato sódico y el limón son los protagonistas de una limpieza sostenible. Con estos cuatro ingredientes puedes fabricarte tus propios productos caseros de limpieza. De esta manera, reduciremos la cantidad de envases desechables y conseguiremos higienizar nuestra casa con un nivel de desinfección adecuado y libre de tóxicos.
Kit Pícnic
Consejo: utiliza una tela cuadrangular para envolver tus recipientes de comida, botellas de vidrio o algún otro objeto que quieras transportar. Esta técnica japonesa se denomina Furoshiki y ofrece diferentes maneras de empaquetar un objeto en función de la forma del mismo. De esta manera, protegemos aquello que queremos trasladar y evitamos el uso de otro tipo de envoltorios desechables.
Kit Bebé
Consejo: Para limpiar el culete de tu bebé puedes fabricarte tus propias toallitas húmedas caseras o bien comprarlas reutilizables de algodón y llevar una botella con agua para humedecerlas cuando estés fuera de casa. Otra opción es usar una esponja natural y un recipiente con un poco de agua. Estas opciones son más sostenibles y resultan mucho más económicas a largo plazo. Además, las toallitas húmedas desechables pueden contener muchos tóxicos.
Transformar nuestros hábitos no es algo que ocurra de forma inmediata. Busca apoyo e inspiración en otras personas que también han empezado a reducir sus residuos para compartir inquietudes y seguir aprendiendo con ellas. Encuentra tu ritmo, márcate tus propios retos y celebra cada pequeño logro conseguido.
Escrito por Leandra Boj, Creatividad para ser más sostenible en good things, good planet
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