¿Tienes pan viejo? ¡No lo tires!

Usar tu pan viejo para cocinar puede tan sencillo y delicioso, que no te puedes perder estas recetas antidesperdicio con pan rallado o panko, crutones y french toast. Lo primero que necesitas es claramente, pan viejo y, si parece un arma blanca de lo duro que está, quiere decir que “está en su punto”.

La primera receta que veremos es probablemente la más fácil de todas, pero también es posible que sea la más versátil: pan rallado. También conocido como panko. 

Además de ser un gran aliado para hacer tus croquetas y pollo empanado, sirve para un montón de platillos más, te doy un par de ideas: albóndigas, para el toque crujiente de tus macarrones con queso, gambas crujientes,  salmón o bacalao con costra de hierbas, cacerola al horno de coles de bruselas con pesto crujiente… si te das cuenta… el pan rallado es lo máximo. 

Pan rallado

Necesitarás: 

  • 1 trozo de pan duro / viejo de cualquier tipo 
  • Un procesador de alimentos / licuadora potente 

Qué hacer: 

1- Corta tu pan en lonchas o en trozos irregulares medianos o pequeños. 

2- Si tu pan sigue un poco húmedo, ponlo en una charola para hornear y mételo al horno a 70°C hasta que esté seco seco. Te recomiendo poner un trapo de cocina en la puerta del horno para dejar una pequeña apertura y que así pueda salirse el vapor.

3- Una vez seco el pan, déjalo enfriar. Mete todos los trozos en el procesador de de comida y tritura hasta que quede una textura de arena.

4- Vierte todo el pan rallado en un bote de cristal y déjalo destapado un par de horas para que salga cualquier humedad que se haya generado por la fricción al molerlo.

Ahora te daré una receta muy sencilla y deliciosa de usar tu pan rallado. Este platillo lo puedes hacer para comidas grandes familiares, para cualquier tipo de cena ligera, como platillo de verano… tu eliges.

Tomates provenzales

Necesitarás: 

  • 4 tomates medianos-grandes maduros, cortados por la mitad horizontal (que quede de un lado la tapa donde está el tallo y del otro lado la base) 
  • Aceite de oliva 
  • Sal 
  • ½ taza de pan rallado casero
  • 1 cda generosa de hierbas de Provenza 
  • Ralladura de un limón amarillo 
  • ½ taza de parmesano rallado (¡es mejor rallarlo tu!)

Qué hacer: 

1- Precalienta tu horno a 250°C. Pon los tomates en una bandeja para hornear, con la parte cortada hacia arriba. Pon un poco de aceite de oliva y sal encima de cada tomate y hornea hasta que las partes de arriba comiencen a caramelizarse un poco, aproximadamente 15 minutos.

2- Mientras tanto pon tu pan rallado casero en un bowl pequeño, agrega las hierbas, la ralladura, el parmesano y el aceite de oliva. Mézclalos todos muy muy bien. 

3- Saca los tomates del horno y pon una cantidad generosa de la mezcla de pan rallado y especias encima de cada tomate. Mételos al horno de nuevo y hornea unos 15 minutos hasta que la mezcla de pan esté tostadita.

Continuando con el mundo maravilloso del pan viejo… otra cosa extremadamente sencilla que puedes hacer para no tirar ese pan y darle una segunda vida es hacer crutones. Éstos pueden ser básicos o de sabores divertidos, yo te dejo mis favoritos aquí abajo.

Crutones con romero y ajo

Necesitarás: 

  • 2-3 rebanadas gruesas de pan viejo 
  • 1 diente de ajo 
  • 1 cucharada generosa de aceite de oliva 
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 rama de romero fresca 
  • 1 pizca de sal 
  • 1 pizca de pimienta 

Qué hacer: 

1- Corta con un cuchillo de pan tus rebanadas de pan en cubos (no tienen que ser perfectos).

2- En una sartén profunda, coloca el aceite de olivo, la mantequilla, el ajo y el romero a fuego medio. Cuando la mantequilla esté derretida, sin que se queme, agrega los cubitos de pan.

3- Remueve constantemente hasta que el pan empiece a estar crujiente. Agrega sal y pimienta y remueve un par de veces más. 

4- Retira del fuego y reserva tus crutones hasta que estén tibios o fríos para usar en ensaladas, sopas, etc.

Y ahora te preguntarás que si habrá una receta para usar tus crutones, ¡pues claro que si!. Te dejo aquí esta ensalada césar de kale un poco distinta a la original, pero igual de rica (o más).

Ensalada césar de kale con crutones de ajo y romero

Necesitarás: 

  • 1 manojo de kale 
  • 1 puñado de crutones de ajo y romero 
  • 5 cucharadas de aceite de oliva 
  • 1 cucharada generosa de tahini 
  • Sal y pimienta 
  • 1 cdita de mostaza Dijon 
  • Jugo de ½ limón amarillo exprimido 
  • Ralladura de limón amarillo 
  • 3 anchoas (opcional) 
  • ¼ de taza de parmesano rallado 
  • 1 cucharada de agua 

Qué hacer: 

1- Lava el kale y quítale el tallo del medio. Corta de manera gruesa las hojas y ponlas en un bowl con 2 cucharadas de aceite de oliva + 1 pizca de sal. 

2- Masajea tus hojas de kale con las manos, esto lo que hará es que se vuelvan suaves, absorban un poco de aceite y sean mucho más deliciosas para comer. 

3- En la licuadora coloca el agua, 3 cucharadas de aceite de oliva, el limón, parmesano, anchoas, pimienta, tahini, mostaza Dijon y ralladura de limón. Todavía no agregues sal. Licua bien y prueba tu aliño, si sientes que le falta sal, agrégala. 

4- Baña tu kale con el aliño y mézclalo bien. Añade al final los crutones y, si lo deseas, un poco más de parmesano rallado por encima.

5- Esta ensalada es ideal para servir con gambas a la parrilla, pollo al horno, tofu asado o cualquiera que sea tu proteína favorita. 

Y para cerrar con broche de oro, te dejo la fórmula perfecta para que tengas un pan francés o un french toast para chuparse los dedos.

French toast

Necesitarás: 

  • 2 rebanadas de pan de 1-2 días de viejo (este no hace falta que esté tan duro) – puedes usar pan brioche, pan de molde, pan de masa madre y hasta baguette
  • 1 huevo de libre pastoreo 
  • 1 cucharadita de mantequilla o ghee
  • ½ taza de leche entera 
  • 5 cucharadas de azúcar 
  • 1 cda generosa de canela en polvo 
  • Fruta de temporada picada 
  • 1 cucharada generosa de yogurt griego 

Qué hacer: 

1- En un plato hondo de sopa, bate el huevo con la leche y deja remojando tu pan por ambos lados por unos segundos hasta que absorba un poco de la mezcla. 

2- En una sartén, calienta la mantequilla a fuego medio y cuando esté derretida pon tus dos rebanadas de pan y cocínalas unos 3 minutos de cada lado o hasta que estén bien doraditas. 

3- En un plato de sopa mezcla el azúcar y la canela. Cuando estén listos los panes, pásalos por el azúcar y canela por ambos lados. 

4- Sirve en un plato con la cucharada de yogurt encima y la fruta. !También puedes agregar un poco de jarabe de arce y avellanas picadas como lo he hecho yo!

Artículo escrito por Lucía Pichardo Sánchez / @thegoodinfood / thegoodinfood.com

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