Para apostar como consumidores por un consumo responsable es responsabilidad tanto de los productores, distribuidores como de los comerciantes de brindar toda la información relevante sobre los productos que ofrecen. Así que abrir los ojos, ¡que el pescado fresco siempre viste de etiqueta!

¿Cómo funciona la venta directa del pescado fresco?

Existen diversas opciones de venta directa, cada una con diferentes necesidades de logística e inversión, y con diferentes riesgos, limitaciones y regulaciones.

Entre estas opciones cabe citar: venta en el mismo lugar de producción o desembarque (cerca del barco); venta en la tienda del productor (como pescadero); venta ambulante (mercados de pescado o agrícolas) y venta a distancia (por ejemplo, a través de Internet o con un sistema de entrega a domicilio). 

Hoy en día con la modernización y las circunstancias actuales ha emergido el mercado online que nos acerca nuevamente a la venta directa del pescado fresco.

¿Por qué como consumidores nos cuesta tanto obtener pescado directamente de los pescadores? 

Antiguamente los pescadores salían a la mar a pescar y eran las mujeres quiénes se encargaban de la venta al público del pescado, ya sea en el mercado o la plaza del pueblo (si prestáis atención la mayoría de las pescaderas hoy en día son mujeres). Con la creación de la cofradía de pescadores, que les brinda beneficio en cuanto a infraestructura, temas legales y salud, logística, etc., y las nuevas regulaciones (subasta en lonja), la venta directo al consumidor final va desapareciendo.

La compra directa al pescador si es más viable para embarcaciones de pesca artesanal. En Cataluña, por ejemplo, sólo queda la lonja de Montgat Nord que ofrece venta directa al consumidor final (y no para la restauración).

La lonja de Montgat es famosa por la subasta cantada. Se realiza de lunes a viernes a las 13h en la plaza del pueblo. Es digno de ver y de un gran atractivo turístico, os lo recomiendo.

¿Cuáles son los requisitos legales de la venta directa?

El artículo 59 del Reglamento (CE) núm. 1224/2009, de 20 de noviembre de 2009, establece que la primera venta de los productos de la pesca debe realizarse en una lonja o a un comprador autorizado u organización de productores.

Es decir que a todos los postores se les exige estar en posesión de una licencia que acredite su actividad comercial.

La mayoría de puertos, desde Cataluña hasta Andalucía, utilizan sistemas de subasta similares. Suele haber 2 subastas al día: una por la mañana para la venta del pescado azul, y otra por la tarde, para la del pescado blanco y mariscos. En cambio, la venta en el mercado central es de madrugada.

Resulta interesante mencionar que en el caso de Ibiza los pescadores acuerdan un precio de mercado para cada especie a principios de año y lo mantienen durante todo el año. Este es un modelo innovador, porque proporciona una mayor estabilidad a los pescadores.

En Menorca no hay subasta pública sino que el pescado se compra online y nada más desembarcar es transportado directamente los restaurantes. Eso sí, muchas barcas pesqueras poseen una parada en el mercado o pescadería para la venta directa de pescado fresco.

En algunos puertos de Mallorca, como Port Andratx, Portocolom o Cala Ratjada, el pescado puede comprarse en mostradores designados como “primer punto de venta”, pero el resto suele llevarse a Palma para la subasta. La ley de la oferta y la demanda.

¿Cómo se distribuye el pescado desde los puertos hasta el consumidor?

Para explicar cómo se distribuye el pescado os pondré como ejemplo cómo funciona la Lonja de La Barceloneta en Barcelona (Cataluña).

Las barcas que han salido a faenar vuelven con el pescado ya organizado por especies en unas cestas de madera (para pesca de cerco) o en unas cubas de plástico (para el arrastre) que serán subastadas cada una por separado o en lote (manteniendo el precio de compra por cuba si son de la misma especie). 

Las cestas de pescado se colocan sobre una cinta transportadora donde son pesadas.

Es el encargado de la cofradía quien determina el precio de venta de salida para esa especie ese día. Los comerciantes autorizados están sentados en una sala similar a un teatro, cada uno con un aparato de control remoto individual donde deben presionar cuando el precio (descendente) llega al que desea pagar. Al mismo tiempo que aparece el precio de oferta inicial, se muestra también detallado el nombre de la especie, la cantidad y el nombre de la embarcación. El primero que pulse gana.

Cada restaurante o pescadería debería presentar esta etiqueta en su mostrador o tenerla a mano en caso de una inspección sanitaria para comprobar su trazabilidad.

Al final de la cinta transportadora, una vez adjudicada la caja ganadora al comprador, se emite una etiqueta donde consten los datos del comprador, el nombre de barca pesquera (tipo de captura), la fecha de compra y la cofradía de pescadores donde ha sido vendido. Se le añade hielo y se apilan las cajas por separado según mayorista o comprador hasta que las cajas son retiradas en furgonetas refrigeradas para su distribución o manipulación.

¿Sabes por qué es tan fluctuante el precio del pescado en tu pescadería del mercado?

Porque el mismo se compra a un precio variable dependiendo de la oferta y la demanda. No es lo mismo comprar gambas un lunes que un viernes (cuando todos quieren hacer paella el fin de semana), ni en Abril que en Diciembre (que es Navidad). 

¿Cómo difundir la comercialización del pescado local?

Para mejorar la comercialización del pescado local es importante primero mejorar la educación, y conocimiento sobre las especies locales y, por tanto, poder difundir y promover la venta de pescado de proximidad y de temporada (especies a veces menos conocidas, de igual calidad o más, que se consiguen a precios más asequibles). ¡No existe solo la merluza, el salmón (que no es local), y las sardinas! A nivel de sostenibilidad, un mayor conocimiento del tema contribuiría a disminuir el consumo de pescado importado, apoyar la economía del productor local y aumentar el consumo de producto fresco (el de lonja del día, evitando el congelado).

¿Cuál es el objetivo de la iniciativa de El Peix al Plat? 

En relación a este tema, El Peix al Plat ha sido un proyecto pionero en vender cestas de pescado de proximidad de la costa catalana. Su principal objetivo es promover el consumo de pescado local de manera responsable. Para ello han organizado visitas guiadas educativas a la Cofradía de Pescadores de Barcelona, abiertas tanto para los ciudadanos como para los visitantes de Barcelona; también ofrecen talleres formativos para escuelas o centros cívicos, por ejemplo.

Estas experiencias culturales y formativas se realizan por las biólogas marinas Anna y Arianna dentro del marco de  Barcelona Turismo Pesquero; durante la visita a la lonja os acercan al mundo de la pesca y del mar de una forma más responsable para conocer la especies locales, valorizar el patrimonio cultural marinero y la tradición pesquera de la ciudad. Para más información contacta con anna@elpeixalplat.com.

¿Cuáles son los beneficios que aporta el mercado digital para la venta directa?

En los últimos años ha habido un auge en la venta online de pescado fresco proveniente directamente de las barcas de pescadores y tercerizado por una pescadería o comerciante autorizado para la compra del pescado en la subasta (de esto no se libra nadie).

La disponibilidad de un catálogo online y compra de pedido previo entre 24-48h, ofrece al consumidor un servicio más detallado y personalizado y con una clara mejora a nivel económico para el vendedor ya sea una pescadería (que compra al detalle y se ha modernizado) o la propia barca de pescadores con tienda online. Comprar de primera mano aumenta el contacto entre productor y consumidor. Una buena página web puede aportar más conocimiento sobre cada especie, fomentando las especies locales o de temporada por ejemplo, y complementar a la vez con información sobre sus beneficios alimenticios o mismo ideas de recetas culinarias a base de pescado fresco.

El pescado fresco viste de etiqueta

Consumir productos certificados puede tener un impacto positivo sobre la economía de países en desarrollo y la gente que se dedica a la pesca. Por ejemplo, la Generalitat de Cataluña ha impulsado una campaña para informar al consumidor sobre la importancia del etiquetado del pescado y promover la identificación del producto de proximidad mediante el identificativo ‘peix de llotja’ (pescado de lonja). La etiqueta en la pescadería debe incluir zona de captura (según la FAO), método de producción (captura o acuicultura), forma de presentación, denominación comercial, precio/kg.

La etiqueta en la pescadería debe incluir zona de captura (según la FAO), método de producción (captura o acuicultura), forma de presentación, denominación comercial, precio/kg.

¿Es posible consumir pescado responsablemente?

Si, pero como bien sabéis toda la presión no puede recaer sobre el consumidor. Son los productores, distribuidores y comerciantes que deciden qué productos ofrecen y pueden comprometerse con un consumo responsable al brindar toda la información relevante.

Así que abrir los ojos, ¡que el pescado fresco siempre viste de etiqueta!