Tras los últimos casos de rebelión ciudadana contra el abuso de plástico en las grandes superficies, ¡La Colmena Que Dice Sí! apoya con su campaña Residuo Cero #productosalafresca, la denuncia en el uso desmedido de envases que está llevando a cabo #DesnudaLaFruta y Greenpeace.
La campaña Residuo Cero #productosalafresca nace con el objetivo de mostrar como las iniciativas de consumo local tienen un impacto real en la reducción de los residuos. Muchos de los 570 productores y elaboradores y los más de 70.000 consumidores de las Colmenas usan prácticas sostenibles. Además, la campaña quiere evidenciar la presencia que tiene actualmente el plástico en el sector alimentario y a la vez eliminar la creencia de que la fruta y verdura necesita estar envuelta en plástico por medidas higiénicas. Si la naturaleza ya ha pensado en dotarlas de piel y protección, ¿qué sentido tiene añadir plástico para venderlas?
La contaminación por plásticos en cifras
8 millones de toneladas de plásticos entran en los océanos cada año, ahogando los ecosistemas, provocando daños a la fauna y entrando en la cadena alimentaria. Parece que la mayoría de empresas y supermercados obliguen a consumir envases de plástico en nuestras compras, excusándose en el argumento de que reciclando y mejorando la gestión de residuos podemos solucionar este problema. Pero sabemos que más del 90% del plástico que consumimos no se recicla.
La contaminación por plásticos es un problema global, que está aumentando de forma alarmante:
En España, cada día se abandonan 30 millones de latas y botellas y el 50% de los plásticos que llegan a los sistemas de gestión de residuos terminan en los vertederos sin ser reciclados. Finalmente, el consumo de este tipo de plástico para la fabricación de envases en nuestro país aumentó al 45% en 2013, 6 puntos por encima de la media en Europa.
El principal problema del plástico se encuentra en su vida útil, y es que la mayoría de los envases son de un solo uso. Además se fabrica a partir del petróleo –un recurso no renovable– y tiene una vida demasiado corta y contaminante, que tarda muchísimos años hasta que se biodegrada. Por ejemplo, las bolsas tardan 55 años, los mecheros 100, los cubiertos y los pañales llegan hasta los 400 años y la palma se la llevan las botellas y los hilos de pesca, con 500 y 600 años respectivamente. En junio de 2017, la conferencia sobre los océanos de Naciones Unidas reveló que, de seguir a este ritmo, en 2050 habría más plásticos que peces en el océano.
Los microplásticos en la cadena alimentaria
Ya sabemos que el plástico no desaparece, sino que se va descomponiendo en micropartículas, que son difíciles de detectar y que contienen sustancias tóxicas. Sólo en el Mediterráneo, flotan alrededor de 250.00 millones de ellas.
Cuando las micropartículas plásticas se encuentran en el mar son fácilmente ingeridas por los organismos marinos que viven cerca de la superficie del océano y que se alimentan de zooplancton, lo que les provoca cambios hormonales. Estos organismos marinos, al mismo tiempo, son ingeridos por los peces víctimas de la pesca destinada al consumo humano, así que representan la puerta de entrada de los microplásticos en la cadena alimentaria del ser humano.
Greenpeace ya advirtió en un estudio sobre el posible consumo humano de plástico: “El 18,2% de las muestras en especies comerciales como el pez espada, el atún rojo del Atlántico y el atún blanco del Mediterráneo central contenía residuos de plástico”.
La compra Residuo Cero
La filosofía de vida basada en el Residuo Cero pasa por rechazar (los productos de un solo uso, de corta vida útil, los productos envasados y los productos monodosis), reducir, reutilizar, reciclar y compostar. Pero, ¿cómo ir de esta teoría a la práctica cotidiana?
Las prácticas Residuo Cero en ¡La Colmena Que Dice Sí!
1- Contra el despilfarro alimentario
Las Colmenas permiten a 570 productores y elaboradores locales en toda España participar en un sistema cero pérdidas. No hay despilfarro alimentario, ya que recogen y entregan solamente lo que han vendido en la web. Además, si les sobran productos o están ya maduros o próximos a la fecha de caducidad, en ocasiones o bajan el precio de estos alimentos a sus consumidores para asegurar que no se tiran.
2- La inteligencia colectiva garantiza las buenas prácticas
¡La Colmena Que Dice Sí! es una red de productores, consumidores y Responsables (las personas que crean y gestionan las Colmenas). La transparencia en toda la cadena y el diálogo constante entre estos 3 actores nos aseguran la apuesta por los mejores productos (entendiendo por “mejores” también los que son sostenibles y no usan envases de plástico). Algunos productores han dejado de usar envases de plástico gracias a la insistencia y sensibilización de la red.
3- Reutilizar los tarros y las hueveras
En las Colmenas hay una gran variedad de productos elaborados: mermeladas, cremas de verduras, miel, conservas, salsas, bebidas… Cada vez más, los envases que se utilizan son reutilizables por los consumidores (tarros de vidrio y no de plástico) y también en algunos casos son retornables y vueltos a utilizar para las elaboraciones. Lo mismo pasa con las hueveras: en algunas Colmenas los consumidores devuelven las hueveras para darle nuevo uso y hasta en algunos casos se venden los huevos a granel.
4- Fruta y verdura en cajas a retornar y uso de bolsas de papel
Si tenemos en cuenta que en España cada persona suele desechar de media unas 300 bolsas comerciales de plástico en un año con sus consecuencias en el mar y los animales que lo habitan, entenderemos cómo de importante es la elección de no fomentar su uso. Varios agricultores de fruta y verdura de las Colmenas, usan bolsas de papel para algunas frutas delicadas, además de hacer llegar el producto en cajas reutilizables: cada semana se llevan las cajas vacías de la semana anterior y las vuelven a utilizar. Además, los consumidores siguen la cadena de consciencia ambiental y se llevan sus productos en bolsas de tela, en el carrito de la compra o hasta en su cesta de la bici.
5- Envases biodegradables
En ¡La Colmena Que Dice Sí! ofrecemos algunos productos que no se producen localmente, siempre y cuando ya exista un proyecto que los importe y su elaboración aporte un valor añadido. Es el caso del café. Así, contamos con tostadores de café de especialidad, en contacto directo con las fincas de origen. Hacemos mención especial al proyecto SlowMov, que además usa envases 100% biodegradables. La naturaleza compostable de estos materiales hace que se desintegren por completo a los pocos meses.
6- Con plástico, ¡no es sostenible!
Por muy ecológica que sea una berenjena, y por muy respetuosa con la tierra que sea la producción, comprarla envasada en plástico es una contradicción que atenta contra el concepto de la sostenibilidad.
Apoya la campaña de ¡La Colmena Que Dice Sí! en redes sociales: #productosalafresca #residuocero
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