Magda y Martí, fundadores de la App Go Zero Waste, tienen claro cuál sería su mundo ideal Residuo Cero: “un modelo más circular donde no exista el concepto de basura porque todo se aprovecha infinidad de veces. Un mundo de recursos”. Decidieron experimentarlo en su propia casa, cuando como pareja se plantearon el reto de hacer la compra y volver a casa sin nada de plástico. Su propia experiencia les llevó a quererlo compartir. De esto ya hace un año, y ahora lanzan la segunda versión de la App, además de abrir su propio local en Barcelona para ayudar a otros proyectos a seguir su ejemplo. Nos lo cuentan a continuación.
– ¿Por qué y cuándo surgió Go Zero Waste?
La idea surgió cuando como pareja nos planteamos el reto de hacer la compra semanal y volver a casa sin nada de plástico.
Cada vez estábamos más concienciados que con reciclar no es suficiente y nos propusimos reducir drásticamente los residuos que generábamos en casa con nuestras compra habitual.
Con el ejercicio nos dimos cuenta que así como con algunos productos era fácil, (fruta y verdura con tus bolsas, carne, pescado o embutidos en tupper…) había otros productos que no sabíamos dónde encontrar como la leche o los productos de limpieza.
Pensamos que más personas se encontrarían ante esta misma barrera: ¿dónde lo encuentro? ¿Por dónde empiezo?
De ahí surgió la idea de crear una herramienta que localizara no solo tiendas sino productos o grupos de productos sin plástico de un solo uso o simplemente en un formato con menos residuo.
Así fue como nos animamos a definir la primera idea de Go Zero Waste app e iniciar una campaña de crowdfunding para financiar la primera versión. La respuesta fue buena y aquí estamos un año después.
– ¿A qué necesidad social queréis dar respuesta?
Cada vez estamos más concienciados que es necesario cambiar hábitos de consumo y optar por otras maneras de comprar. Pero muchas veces no sabemos por dónde empezar.
Por ello, queremos ayudar a solucionar las barreras que la gente encuentra cuando se planeta consumir de otra manera.
Romper con la inercia de comprarlo todo envasado en el súper de la esquina no se hace del día a la mañana. Es un proceso con muchas dudas: ¿Qué alternativas existen para cada producto? ¿Dónde lo encuentro? ¿Será más caro? ¿Por qué cambios empiezo?
Es un camino muy personal, porque en cada casa se consume de una manera, pero se puede acompañar para que sea más fácil.
– Si entro en la App, ¿qué puedo encontrar que me ayude en mi apuesta por el residuo cero?
En la primera versión de la app vas a encontrar dos funcionalidades básicas: un mapa donde puedes buscar alternativas a tu alrededor ya sea por tienda o por producto y por otro lado una lista de retos que te puedes marcar a tu ritmo para ir adoptando nuevos hábitos de consumo que pueden suponer un gran impacto a la hora de reducir los residuos que generas en tu día a día. Retos como acostumbrarte a llevar tu botella de agua reutilizable siempre contigo o traer tuppers cuando vas a comprar. Parece poca cosa, pero si lo incorporas como hábito, al final del año habrás evitado muchísimo plástico de un solo uso además de otros residuos.
Para las siguientes versiones tenemos previsto añadir más funcionalidades y opciones en el mapa, siempre pensadas para hacer más fácil al consumidor el camino hacia un estilo de vida Residuo Cero. No es solo comprar a granel, también es encontrar producto de proximidad, ropa de segunda mano o lugares donde reparar objetos y dar una segunda vida a las cosas.
– ¿Cuáles son vuestros consejos para prevenir o reducir los residuos?
Yo recomendaría un ejercicio muy interesante para empezar: hacer una mini-auditoria de basura en casa. Durante unos días, acumula la basura que generas normalmente y antes de tirarla identifica aquellas cosas que compras que generan más residuo. A partir de aquí, intenta encontrar una alternativa cerca de ti y ve cambiando poco a poco. Así harás un cambio gradual y a tu ritmo siempre en función de tu propio consumo.
Por otro lado, llevar una botella y un par de bolsas siempre encima ahorra mucho plástico innecesario al cabo del año.
Organizarse también da grandes resultados: si compras una vez por semana y lo haces saliendo de casa en vez de volviendo del trabajo, es mucho más probable que te acuerdes de traer tus bolsas y tuppers.
Y finalmente, para cosas como jabones y cosmética, que se pueden encontrar en formato a granel o sólido, es cuestión de esperar a acabar lo que tengas por casa y cuando llegue el momento, la siguiente compra sea con el nuevo formato.
– ¿Cuáles son los retos en los envases de plástico en alimentación? Porque hay productos como la carne o el pescado, en que es difícil encontrar una solución sin plástico…
Los plásticos son materiales maravillosos… ligeros, versátiles, transparentes “baratos”… En el caso por ejemplo de la carne o el pescado, permiten que el alimento se vea bien, se conserve de manera segura y sin ensuciar ni oler. ¿Todo fantástico no?
Lo que pasa es que a día de hoy los productos que van envueltos en plástico no incorporan a su precio el coste ambiental de este material. Cuando este coste empiece a ponerse en valor, seguramente la cosa cambiará. Y no es ningún drama porque hasta hace unas pocas décadas nos apañábamos sin ello.
También es muy probable que pronto se desarrollen nuevos materiales con las mismas propiedades que los plásticos para alimentación pero con menor impacto. A veces pienso que esta última opción es una solución a medias porque se centra más en sustituir un material por otro que en reducir y evitar que el residuo se genere, pero es una realidad que no lo vamos a cambiar todo radicalmente de la noche a la mañana.
– ¿Qué pensáis de los envases biodegradables?
Que hay que ser prudente con sustituir ciertos materiales por otros y pensar que el problema está resuelto. Que sea biodegradable no garantiza que se vaya a biodegradar, o cuándo o cómo. Lo mismo pasa con que sea reciclable o compostable. La propiedad del material no garantiza que el residuo se gestione correctamente.
Por ello siempre será mejor evitar o reducir el uso de cualquier envase de un solo uso e intentar reutilizarlo tantas veces como sea posible para alargar su vida útil antes de que se convierta en residuo. Y ya lo mejor es que el residuo no llegue a generarse. Para ello hay que cambiar el mundo del packaging de base, desde el diseño. En este sentido la industria y los productores tienen una gran responsabilidad.
– ¿Cuál sería vuestro mundo ideal #ZeroWaste?
Tal y como sostiene el discurso de la Economía Circular, los humanos somos los únicos seres vivos que generamos residuos. En la naturaleza no existe el residuo como tal, lo que es deshecho para uno es vida para otros, como los árboles caídos o los excrementos.
Un mundo ideal sería aquél en el que consigamos dejar atrás un modelo linear basado en extraer-fabricar-vender-usar-tirar y pasemos a un modelo más circular donde no exista el concepto de basura porque todo se aprovecha infinidad de veces. Un mundo de recursos y no de residuos.
– ¿Y los próximos pasos? Tenemos entendido que abriréis un local en Barcelona. ¿Nos contáis un poco más?
Go Zero Waste app es nuestro primer proyecto. Paralelamente nos hemos propuesto ayudar a las empresas e iniciativas que apuesten por modelos de reducción y reutilización de residuos a arrancar sus proyectos. Para ello, nos animamos a abrir nuestro propio local para invitar a otras iniciativas a colaborar y compartir ideas, conocimientos y recursos.
Tenemos claro que queremos contribuir a cambiar el modelo de consumo desde lo local, desde la colaboración y la comunidad, algo que compartimos con ¡La Colmena Que Dice Sí! y su modelo transformador.
Escrito por Magda Cebrián, cofundadora de Go Zero Waste, junto con Martí Morató.
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