¿Quieres disfrutar de un plato original y poco utilizado en fiestas? Descubre paso a paso esta receta, que es una buena idea para cambiarle un poco el tono a los platos de toda la vida, sin tener que dejar a un lado la carne, ya que estarás utilizando la más ecológica, amigable con el planeta y contigo, y sin duda, la más deliciosa.
¡Se acercan las fiestas! Se siente en el aire, ¿no lo crees? Sin embargo, hay muchas personas que en estas épocas, se podrán enfrentar a amigos y familiares que son fuertes defensores de las dietas vegetarianas o veganas. Esto puede llevar a conversaciones incómodas y posiblemente una que otra discusión.
Sin embargo, la carne puede ser sostenible, ecológica y además, extremadamente saludable para nosotros. Para que esto sea posible, es importante fijarnos de dónde viene esta carne y cómo ha sido producida.
Las vacas que son criadas de manera intensiva y convencional, sin duda ponen en cuestión el tema ético y de sostenibilidad. Éstas son guardadas en lugares cerrados, sépticos y estresantes para ellas. Dadas las condiciones de vida a las que son sometidas, requieren de una administración continua de antibióticos para evitar la propagación de enfermedades, siendo obviamente éste uno de los temas preocupantes en cuanto al consumo de su carne y leche.
Además, el estrés constante al que se enfrentan y la alimentación basada en granos y cereales, hace que su carne y demás productos, sean mucho menos densos en nutrientes y más ricos en omegas-6, que en exceso, este tipo de ácidos grasos son proinflamatorios.
En el lado opuesto, las vacas y ganado criados de manera respetuosa con el ambiente, que pastorean y tienen una dieta adecuada para su especie, que toman el sol y que están en constante movimiento, son otra historia.
No sólo su carne y leche son mucho más ricas en vitaminas y minerales en su forma más biodisponible, sino también están llenas de omegas-3, los cuales son anti-inflamatorios.
Así mismo, las vacas que son criadas ecológicamente tienen un impacto ambiental positivo, ya que pueden ayudar a la regeneración del suelo, se utiliza menos agua para su mantenimiento y, por las condiciones en las que viven, no necesitan antibióticos, o solo en situaciones determinadas.
La elección de carne ecológica va más allá de que sea deliciosa, está respaldada por la ciencia que aboga por un impacto ambiental positivo. Los sistemas de producción ecológicos tienden a priorizar prácticas agrícolas que reducen la huella de carbono, además de que al consumirla y comprarla, estarás apoyando muy probablemente a productores pequeños y locales, haciéndola todavía más amigable con el planeta.
Consumir carne, al igual que cualquier tipo de consumo hoy en día, debe ser un acto consciente hacia un futuro más sostenible. Por eso mismo, te dejo aquí una receta para estas fiestas, hecha con carne sostenible y deliciosa, ¡no podrás dejar de hacerla!
¿Qué necesitarás?
Para las bolitas
Para la salsa
¿Qué hacer?
1- Pon en una sartén una de las cucharadas de mantequilla o aceite y saltea la cebolla y el ajo hasta que cojan un poco de color. Esto lo que hará es darle un sabor mucho más profundo a tus bolitas de carne.
2- En un mortero o molino de especias, coloca todas las especias que están en semilla o grano completo y muélelas hasta que formen un polvo.
3- En una sartén a fuego bajo, agrega ahora sí todas las especias, las recién molidas y las que ya estaban en forma de polvo. Tuéstalas un poco para que desprendan sus aceites esenciales y sean mucho más potentes y deliciosas. ¡Cuidado que no se te quemen!
4- En un bol grande, agrega la carne molida, las cebollas y ajo dorados, las hierbas, las especias tostadas, pan rallado, el huevo y la sal y pimienta.
5- Con tus manos mezcla todo muy bien.
6- Un vez que tengas tu mezcla, haz bolitas del tamaño de una pelota de golf más o menos y colócalas en un plato limpio o bandeja.
7- Prepara tu sartén a fuego medio con la cucharada restante de mantequilla o aceite y cuece tus bolitas hasta que estén doraditas por fuera para darles un poco de crunch.
8- Colócalas en el plato donde las vayas a servir, para que se vena chulas para tu cena festiva.
9- Para la salsa, coloca en un bol mediano el yogurt y con una cuchara, revuelve un poco para que coja una textura más suave y cremosa.
10- Agrega el tahini, limón, 1 cdita de zumac, sal y pimienta y mezcla muy bien. Pruébala para ver si necesita más acidez o más sal.
11- Coloca tu salsa en el plato final salsero donde vayas a servirla para la cena, y agrega decorativamente la otra cucharadita de sumac encima, junto con un buen chorro en forma circular de tu buen aceite de oliva.
12- Para acabar coloca unas hojitas de menta o cilantro sobre tu salsa y tus albóndigas.
Y ahora sí, ¡a comer!
Por: Lucía Pichardo Sánchez @thegoodinfood
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