Frente al abandono de las tierras en Galicia y los grandes incendios forestales como consecuencia, los 360 socios del proyecto cooperativo de Monte Cabalar, unieron esfuerzos y recursos para construir un nuevo paisaje: la perspectiva de un horizonte productivo que integra millares de fincas para obtener un producto diferenciado y de calidad, con un valor ambiental y paisajístico añadido, como ejemplo de gestión sostenible del territorio.
¿Qué es Monte Cabalar?
Monte Cabalar es una cooperativa de explotación comunitaria de la tierra que agrupa aproximadamente 3.600 propiedades de más de 1.000 propietarios en una explotación ganadera en extensivo con más de 700 hectáreas de monte cerradas en las parroquias de Somoza, Tabeirós, Nigoi, Arca y Souto (municipio de A Estrada). El objetivo es intervenir sobre el abandono y el minifundio y prevenir los incendios forestales. El proceso social generado a partir de marzo de 2006 culminó positivamente en la constitución de la cooperativa con participación de más de 360 personas socias, y en la materialización del proyecto: la experiencia de una explotación silvopastoral en régimen cooperativo.
¿Qué es la silvicultura para la recuperación del monte?
En el abandono del rural producido en las últimas décadas, hay un primer momento (ya en la década de los 60) en que se abandonan los montes, es decir, los recursos renovables que se producen en nuestros montes, con una elevada capacidad de fijación de biomasa por razón de clima y suelos.
La superficie agraria útil en Galicia es muy baja, el 20% del total, esto se compensó en la agricultura tradicional con un aprovechamiento variado de los montes: pastos, madera, leña, abono para la superficie agraria, cereales de montaña, canteras, etc.
El abandono implica la acumulación ingente de biomasa (sobre todo toxo, Ulex europaeus) que se transforma con el buen tiempo en biocombustible, de forma que desde fines de los años 70 surge en nuestros montes el fenómeno de los grandes incendios forestales, y eso significa riesgos, destrucción de los recursos, erosión, degradación y un elevado gasto público en lo que se llama la industria del fuego.
Ante esta espiral de los incendios, nosotros volvimos a pensar en el tradicional aprovechamiento multifuncional del monte que, por sus características, enfocamos en las cotas más altas hacia una explotación ganadera (las procesadoras naturales: caballos, cabras, vacas y cerdos) en extensivo, que gestionase los recursos. En las laderas, con mejor aptitud forestal, realizamos plantaciones conjuntas con variedades autóctonas orientadas a la posterior introducción de ganado para controlar el sustrato arbustivo. Y finalmente en el valle recuperamos superficie agraria en abandono para obtener forraje de complemento para el ganado.
Por lo tanto, en esencia, la experiencia Monte Cabalar consiste en reimplantar el tradicional aprovechamiento agroforestal, mas ahora organizado desde el monte y bajo la fórmula cooperativa (una unidad de gestión) para solucionar el problema del minifundio que hace totalmente inviable una explotación individual.
¿Cuál es la filosofía detrás de Monte Cabalar en referencia al cuidado de los animales?
Es una explotación extensiva pura, es por eso que trabajamos con razas autóctona de marcada rusticidad para soportar la dureza de los inviernos y sobrevivir con pastos de escasa calidad. Procuramos el manejo mínimo de forma que se produce una naturalización de los rebaños con recuperación de los bioritmos naturales, viviendo el ganado sin estrés, salvo con ocasión de los rigores climáticos que se suceden con intensidad en los últimos años (ciclogénesis en los inviernos, sequías en verano) y de la elevada predación que ejerce el lobo (sobre todo sobre las yeguadas), situaciones que el ganado vive con un estrés elevado.
Ya hace algunos años que estabilizamos los rebaños. Hablando de reproductoras, en este momento tenemos 110 vacas, 120 yeguas y 6 cerdas.
¿Cómo es vuestra finca y el entorno natural donde pastan los animales?
Es un macizo prelitoral (desde el que se ve a Ría de Arousa) y la finca tiene alrededor de 600 hectáreas que se sitúan entre los 500 y 650 metros de altitud. Los suelos son esquemáticos en las cumbres y medias laderas y más estructurados en los llanos, la vegetación dominante es el toxo con zonas de recuperación de pasto herbáceo con gramíneas espontáneas. Las yeguadas, como especie lignívora, están orientadas al aprovechamiento del toxo (en este momento ya no tenemos cabras), y el ganado vacuno al pasto herbáceo.
¿Cuál es vuestro tipo de producción?
En este momento, nuestra explotación tiene una producción natural de potros, terneros y cerdos. Los potros por falta de demanda no se orientan para el consumo en fresco, sino que los procesamos haciendo diferentes elaborados: salchichón, chorizo, cremas y cecina. Los terneros se orientan para el consumo en fresco sobre todo, aunque también hacemos elaborados. Los cerdos se orientan para consumo en fresco, salados (cacheira, lacones, tocino, uñas) y elaborados (chorizo y salchichón).
Qué significa que seáis un proyecto cooperativo? ¿Cuál es vuestro modelo de gestión?
En el modelo da cooperativa de explotación comunitaria de la tierra encontramos el instrumento idóneo para alcanzar las unidades de gestión que, superando el minifundio, nos permite intervenir sobre el abandono, los incendios y hacer productivos los montes.
La cooperativa Monte Cabalar hoy integra más de 360 soci@s propietari@s participando con tierras, con capital o trabajo. La fórmula cooperativa permite participar a todos cuantos quieran (propietarios, vecinos, trabajadores, colaboradores, amigos) proporcionalmente a sus aportaciones o a su nivel de implicación.
Las tierras son de los propietarios y hacen cesión a la cooperativa para el aprovechamiento de los pastos. El capital es de los socios. La explotación es de la cooperativa que aprueba en asamblea general de socios el proyecto que luego ejecuta el consejo rector.
¿Cuáles han sido los avances que habéis conseguido desde vuestros inicios?
El diálogo social se inició en marzo del 2006, nos constituimos como cooperativa en julio de ese año y comenzamos la introducción del ganado a lo largo del 2007. Al inicio era un monte muy fraccionado en pequeñas parcelas totalmente abandonadas y que desde 1979 ardía cíclicamente cada 4 o 5 años. El último incendio en el Monte Cabalar fue en marzo del 2005 (antes de nuestra constitución), donde ardieron 250 hectáreas. La gestión realizada por la cooperativa Monte Cabalar redujo las grandes masas de maleza y abrió el monte favoreciendo la biodiversidad y reduciendo los riesgos de incendio.
Entrevista a Fuco, de Monte Cabalar.
Si te gustan nuestros artículos, déjanos un comentario en nuestra página de Facebook. Descubre La Colmena que dice Sí aquí
comentarios