¿Por qué poseer un coche si puedo compartirlo? Uso versus propiedad, con Som Mobilitat

Los principales indicadores sobre emisiones contaminantes del coche en las ciudades, esto es las emisiones de CO2 y los niveles de ruido, se desplomaron durante el confinamiento. Lo que permitió, de repente, cumplir con los niveles máximos de contaminación establecidos por Europa. ¿Lograremos que esta situación ideal se mantenga siempre? Iniciativas como Som Mobilitat (Somos Movilidad), que apuesta por el vehículo eléctrico compartido, son clave para conseguirlo. 

¿Qué significa para vosotros el concepto: movilidad compartida?

En Som Mobilitat trabajamos para conseguir una movilidad +sostenible a través de la idea de que el desplazamiento más sostenible es aquel que no se realiza. Durante la pandemia de la Covid-19 se ha reforzado nuestra idea, puesto que en momentos de reducción de la movilidad conseguimos mejorar la calidad ambiental de forma considerable. Además, prácticas que antes eran residuales como el teletrabajo o las videollamadas para sustituir reuniones presenciales han venido para quedarse y esto es positivo puesto que reduce sustancialmente los desplazamientos hechos, al menos, en el ámbito laboral.

Aún así, somos conscientes de que las personas tenemos necesidades de movilidad, para ello siempre recomendamos hacer el máximo de desplazamientos a pie, en bicicleta o en transporte público. Cuando ninguna de estas opciones es posible, apostamos por el vehículo eléctrico compartido. Este es, de hecho, el principal servicio que ofrecemos: alquiler de coches eléctricos a través de nuestro servicio de carsharing (coche compartido) con el que puedes reservar los vehículos de la cooperativa a través de nuestra app.

¿Cuáles son las ventajas de usar energía eléctrica para los coches? ¿Puedes explicarnos algunos datos ilustrativos de las ventajas de esta fuente de energía?

Una movilidad con el menor impacto posible en nuestro entorno es, desde luego, compartida pero también alimentada con energía eléctrica proveniente de fuentes renovables. Ciertamente, un cambio de paradigma real no pasa simplemente por sustituir coches de combustión por coches eléctricos.

Si queremos conseguir una verdadera transición energética hace falta que los coches se muevan con energía proveniente de fuentes renovables puesto que el impacto de generar esta electricidad es mucho menor que si viene de centrales nucleares.

Mucha gente critica el hecho de que usar un coche eléctrico no es suficiente y esto, en parte, es cierto puesto que la generación de esta electricidad también puede ser muy contaminante.

Se está gestando el perfil de un consumidor que quiere participar en la construcción de la sociedad. En vuestro proyecto, ¿cómo se da esta participación activa del consumidor?

Som Mobilitat es una cooperativa de consumidores y usuarios y, como tal, la participación en la toma de decisiones y la implicación en el impulso de los servicios es fundamental.

Por un lado, todas las personas socias de la cooperativa participan en la toma de decisiones a través de la asamblea general. Por el otro, las personas usuarias del servicio de alquiler de vehículos eléctricos compartidos pueden tomar parte activa en el cuidado de los vehículos de su comunidad. Asimismo, cualquier persona interesada en la movilidad +sostenible y en poder utilizar nuestro servicio puede apoyar la iniciativa haciendo aportaciones para hacer realidad la puesta en marcha de nuevos vehículos eléctricos compartidos en su ciudad.

¿Cómo crees que estamos pasando de la cultura “necesito comprarme un coche” a la cultura del compartir coche?

Este punto es muy interesante. Por un lado, tener un coche en propiedad es una carga, es caro y a menudo te trae quebraderos de cabeza (revisiones, impuestos, seguro, averías, etc.). Por el otro, cada vez hay más gente sensible a los temas ambientales y la crisis climática es más evidente. Si juntas estos dos elementos, pensar en comprarte un coche cada vez tiene menos sentido. Si, además, tienes una alternativa más sostenible cerca de casa, el cambio es casi inevitable.

De media, un coche se pasa 23 horas al día aparcado. ¿Por qué poseerlo si puedo alquilar uno cuando lo necesite? El cambio de paradigma pasa por dar mayor valor al uso que a la propiedad.

¿Crees que la industria del automóvil se está adaptando a la cultura del compartir, o todavía tardará?

La industria del automóvil sigue anclada en paradigmas pasados, ya no solo en la cultura del compartir sino también en seguir produciendo vehículos diesel cuando todas las evidencias y las políticas públicas a nivel global van en la dirección contraria y las recomendaciones son las de producir vehículos eléctricos. Está claro que detrás están los lobbies del petróleo, muy reticentes a perder beneficios y privilegios.

Las políticas públicas de fomento del vehículo eléctrico son todavía tímidas e insuficientes, así que por el momento la industria del automóvil se ha visto obligada a hacer pocos cambios.

¿Qué particularidades o posibilidades os ofrece funcionar como cooperativa?

Ante todo, el hecho de ser cooperativa es una cuestión ideológica. El proyecto nació para transformar la movilidad de los socios de la cooperativa y la única forma de garantizarlo es asegurando que la empresa está en manos de todos y cada uno de nosotros. El hecho de no depender de grandes inversores que a final de año sólo buscan rentabilidad o el de ofrecer servicios y tarifas consensuadas entre todas las personas socias hace que conservemos el control del proyecto y podamos avanzar en la dirección que queremos.

En Som Mobilitat funcionáis por grupos locales de vecinos que comparten su coche, ¿verdad? ¿Puedes explicarnos este funcionamiento por comunidades?

Las comunidades son los aparcamientos donde tenemos uno o varios vehículos. Los vehículos (mayoritariamente coches utilitarios) son propiedad de la cooperativa y están a disposición de todos los socios que lo deseen (para ser socio de la cooperativa hay que hacer una aportación única de 10€ en concepto de capital social). Para poder utilizarlos deben descargarse una app con la que pueden reservar, abrir el vehículo, usarlo y bloquearlo de nuevo.

En cada comunidad existen personas usuarias (las que alquilan los vehículos), así como cuidadores (quienes se encargan de la limpieza y mantenimiento de los vehículos a cambio de horas de movilidad eléctrica compartida) y referentes (persona que está en contacto con el equipo técnico de la cooperativa).

¿El ámbito es nacional, o solo a nivel de Cataluña? ¿Creéis que con la réplica del modelo podíais llegar a un nivel europeo?

Som Mobilitat ofrece servicio en Cataluña. A nivel europeo somos co-fundadores de la cooperativa de servicios tecnológicos The Mobility Factory, a través de la cual desarrollamos la app y ofrecemos todas las herramientas tecnológicas para poner en marcha nuevas cooperativas de carsharing eléctrico.

A largo plazo la idea es conectar todas las cooperativas que usamos la misma app en Europa para que podamos usar los vehículos de todas ellas si visitamos otros países.

¿Cómo es posible asegurar el equilibrio entre grupos locales y a la vez cambiar de paradigma global?

El “piensa global, actúa local” tiene más sentido que nunca. Como ciudadanos, como consumidores, podemos incidir y cambiar nuestro día a día desde lo más cercano y pequeño. Puedes contar a tu vecino que existe otra forma de moverse más sostenible, que no poseer un coche y tener uno cuando lo necesitas es posible, y que eso puede traer beneficios a escala global cuantos más seamos.

¿Cuántos años hace que existe Som Mobilitat?

Som Mobilitat nació a mediados de 2016 y a principios de 2017 ya pusimos en marcha los primeros coches eléctricos compartidos.

Nos gustaría conocer otras organizaciones de España que estén trabajando en proyectos en pro de una movilidad sostenible. ¿Podéis citar alguna?

 ¡Claro! A día de hoy existen otras iniciativas similares a la nuestra: en Islas Baleares está Ecotxe y Alternacoop en el País Valencià (las dos con coches eléctricos compartidos ya funcionando) y en otras comunidades autónomas están empezando cooperativas que aún no ofrecen servicio (Eh!Co!Che en Aragón, eKiwi en Valladolid o KarkarCar en Navarra). Junto con varias de ellas estamos trabajando en lo que será la Red estatal de cooperativas de carsharing eléctrico.

También es importante destacar la creación de cooperativas de riders (entregas de mensajería en bicicleta) que están surgiendo en varios territorios como alternativa autoorganizada a grandes corporaciones dedicadas al reparto de comida, como Mensakas en Barcelona o La Pájara en Madrid, para mejorar las condiciones laborales y promoviendo otro tipo de consumo.

Entrevista a Maria Medina, Responsable de Comunicación de Som Mobilitat. Síguelos en Instagram y Twitter.

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