Retrato: carne ecológica desde el corazón de la tierra

Hoy nos adentramos en el corazón de Cataluña, allá donde los campos hablan con las estrellas, allá donde se escucha el silencio de la naturaleza a flor de piel. Estamos en la Sierra del Castelltallat, en El Bages, y descubriremos de la mano de Pere Fons y Marc Serra, los secretos de una carne ecológica saludable y llena de vitalidad.

Llego a Biosca, una masía preciosa y exuberante, y lo primero que me cuentan los anfitriones es que la casa en la estamos tiene más de mil años. Toda una historia que marca la esencia de esta explotación milenaria en que el paso de los años es un rasgo de identidad, de respeto y de innovación. “Aquí siempre se han dado pasos adelante, el que tocaba ahora era el de la carne ecológica vinculada a este territorio”, apunta Pere.

Cataluña Central ha sido en los últimos años escenario de grandes incendios forestales. Los cambios socioeconómicos acusados en el mundo rural han propiciado un abandono progresivo de las actividades forestales, ganaderas y agrarias, hecho que ha influido muy negativamente en la estructuración de las masas boscosas y los paisajes mediterráneos. “Pensamos que teníamos que hacer algo para poner nuestro granito de arena en la prevención de los grandes incendios forestales. Los rebaños son una gran herramienta de lucha que hay que volver a recuperar. Y es gracias a esta voluntad de gestión forestal que hoy tenemos un rebaño de vacas que pastan tranquilas y que además nos dan de comer”, afirma Pere.

A medida que escucho a Pere y a Marc, tomo conciencia de la implicación familiar con la actividad de la casa. Ana, la mujer de Pere, fue la primera emprendedora agroturística de la provincia de  El Bages con la casa de turismo rural “Les Corts de Biosca“. En 1993 ya abría las puertas de la casa para ofrecer a las personas de ciudad un espacio donde descansar y conectarse a la naturaleza. Hoy Clara, su hija y pareja de Marc, la ayuda con la gestión de la actividad agroturística con otra casa “el Mas”, dos joyas de la historia que hoy son refugio de paz rural.

Y es justamente este carácter emprendedor el que desprenden Marc y Pere. Entusiasmo, cariño y valentía. Coraje para liderar conjuntamente un proyecto de producción de carne ecológica de ternera, de gestión de pastos, de elaboración de productos innovadores en el obrador propio, de difusión de una alimentación saludable y de compromiso con un territorio rural que necesita iniciativas que le inyecten esperanza y futuro. Las “Pastures de Castelltallat” son una mirada en positivo a que otro campesinado es posible.

Imaginaros unos campos que se mezclan con el bosque y en los que pastan las vacas y los terneros que Pere y Miquel, ganaderos que se encargan de los campos y del ganado, cuidan a diario en la Sierra de Castelltallat. Cerrad los ojos y veréis un trato que Marc define como “100% al aire libre y 100% natural. Son animales que tienen todo el espacio que quieren, que se alimentan de lo que da la tierra y que no están sometidos a tratamientos preventivos. El resultado es una carne limpia con un color intenso y muy sabrosa”. Los pastos son la esencia de la carne ecológica y os puedo asegurar que Pere, Marc y Miquel, las cuidan como si fueran lo más preciado de sus tesoros.

Pero aquí no acaba la historia. De hecho otro de los secretos de la carne de “Pastures de Castelltallat” es que el despiece, la preparación, la elaboración y la distribución de la carne, la hace siempre Marc. Hijo de carniceros de Rubí y recién llegado al mundo rural por amor, es el eslabón que cierra el círculo, es la pieza que muchos ganaderos querrían tener en casa. Él se encarga de recibir los pedidos y de preparar al detalle cada una de las listas que llegan a la web o en el teléfono móvil. “Me gusta decirle a la gente que soy su carnicero, que me tienen siempre que quieran a su disposición y que preparo los pedidos personalizadas. ¡Es un lujo! Como productor me gusta ponerle cara a los consumidores que disfrutarán de la carne. Se crea un vínculo muy especial con los consumidores que me motiva a hacerlo cada día mejor “, expresa contento Marc.

“Pastures de Castelltallat” comenzó a andar en 2013. Desde entonces sus productos se pueden comprar en iniciativas de venta directa como las comunidades de consumo (Colmenas), también a diferentes carnicerías, así como restaurantes y comedores escolares de la zona. Consumir productos del territorio es un gesto único de compromiso, tanto para nuestra salud como para la de nuestro entorno. Las personas que producen productos de calidad cerca de casa necesitan que les compramos los alimentos a precios justos. Sólo de esta manera tendremos un entorno ordenado, vivo y luminoso. Y recordad que comiendo carne de pasto participáis a la gestión de nuestros bosques y a la prevención de grandes incendios forestales. Se cierra el círculo. La naturaleza es sabia, querámosla y nos dará frutos maravillosos!

Crónica de Neus Montllor, Arrels a la taula.

Campaña #otroconsumoesposible

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