Enero corre en el calendario y según va pasando, te preguntas: ¿estoy siguiendo la lista de objetivos que me propuse la última semana de diciembre? Quizás aún no hayas comenzado porque todavía no se haya dado “ese buen día para empezar, que seguro que llega mañana”. ¿Te sientes identificado con esto?
En este post te cuento las 5 claves para escribir de forma reflexiva, tus propósitos de salud para el año. Coge papel y boli, hazte una tacita de té, pon un hilo de música relajante y regálate 10 minutos conmigo, ¿te vienes?
Hay quién piensa, que si sueñas fuerte algo, lo consigues. Otros creen que si visualizan lo que quieren conseguir, lo tendrán. Otros son más de creer en planes de acciones estratégicas y planificadas en el tiempo para conseguir pequeñas metas dentro de sus objetivos finales. También están los que creen en la luna y en Saturno. Yo te propongo otra. Vamos allá:
1. Lo fundamental es escribir desde el “hacer” y no desde el “decir”. Muchas veces, no se trata de que no seamos constantes, o capaces de conseguir algo. El error está en la manera de formular propósitos, por ello el primer paso es hacer una lista de propósitos a tuttiplen. Al hacer la lista de propósitos estamos bajando a tierra lo que nos ronda a nivel mental y aunque sea muy superficial, es el primer paso para tomar conciencia.
2. Lee los propósitos que has escrito. ¿Hay algunos similares? A veces sin darnos cuenta escribimos ideas que incluyen otras, y aquí menos es más, porque cuanto más nos focalicemos, más fácil será acercarnos a nuestros propósitos, así que vamos a AGRUPARLOS. De esta manera, lo que hacemos es identificar parcelas o áreas de mejora: laboral, personal, familiar… Ojo, la salud podría incluirse en cualquier parcela.
3. En el tercer paso afinamos un poco más y trabajamos desde la honestidad. De los propósitos que tienes delante, ¿cuáles son realmente importantes para ti? Muchas veces, escribimos deseos desde el exterior guiados por motivaciones de los demás, y no nuestras propias. A veces escribimos propósitos desde los “debería” o los “tendría que” y no desde el “quiero”, “siento”… Quédate con los que de verdad sientas.
4. El paso número cuatro se trata de RE-ESCRIBIR esos propósitos con los que nos hemos quedado, de manera que estén bien formulados.
5. El último paso es leer esa lista bien formulada y ahora sí, guardarla, romperla… hacer con ella lo que sientas que debes hacer.
¡Feliz, saludable y consciente 2019!
Artículo escrito por Victoria Fagúndez Rodríguez, Dietista – Nutricionista. Podéis seguir a Victoria en su página de Facebook e Instagram
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