A diferencia de muchos de nuestros vecinos europeos, en España, hasta hace relativamente poco anduvimos a dándole vueltas y más vueltas al ‘impuesto del sol’, un peaje que suponía todo un retroceso para el autoconsumo y la ansiada transición energética. Pero con su derogación en octubre de 2018 el camino hacia ella se ha tornado algo menos pedregoso y ahora España puede posiciones como referente en instalaciones de places solares. Mientras que recuperamos el tiempo perdido, lejos de las políticas nacionales y europeas, nos gusta rescatar la historia de una familia que ha decidido no esperar para tomar el control responsable y activista de la energía que genera y consume su hogar.
Os presentamos a los Torres, una familia malagueña que produce más de lo que necesitan. Es decir, no sólo se autoabastece sino que les sobra energía. En concreto, producen un 40% de la energía que su hogar necesita. Sin embargo, el “impuesto al sol” implica que aunque generes más energía de la que consumes, debes pagar peaje de respaldo a las compañías eléctricas.
Actualmente, según el artículo 2 del Real Decreto 900/2015 sobre energía, las únicas instalaciones que no estarían sometidas a este real decreto y que por lo tanto se vean exentas de pagar peaje de respaldo, serán aquellas que estén completamente desconectadas de la red eléctrica. Es decir, sin ningún punto de conexión física con la red de distribución eléctrica.
Por ello, los Torres decidieron desenchufarse de la red comercial con un objetivo no sólo económico sino también como ejemplo e inspiración para otros hogares. Están convencidos, porque así lo demuestra su propia experiencia, de otro modelo energético es posible con los recursos técnicos y la voluntad política necesaria.
¿Qué sucede con la energía solar los días nublados?
Su casa se encuentra ubicada en la urbanización malagueña del Balcón de Olletas, al sur de España. Una zona donde el sol tiene una especial indicencia y donde es posible esta revolución energética con los médios esenciales para la obtención de energía. Su disidencia es posible gracias a una instalación fotovoltaica instalada en su azotea.
El padre de familia es Miguel Torres, un ingeniero que lleva más de veinte años trabajando en el sector de la construcción y quien ideó este sistema compuesto por 18 módulos fotovoltaicos con 4,2 kilovatios de potencia pico y colectores solares para calentar el agua. Los días de sol, que son la normalidad en el sur del país, llegar a producir incluso un 40% de la energía que consumen pero si está nublado, las baterías les permiten una autonomía de hasta cinco días.
Miguel Torres ha hecho públicas todas las métricas de su “hazaña energética” porque el valor de su iniciativa no es sólo ahorrar en la economía doméstica de su propia familia sino demostrar de forma práctica que las alternativas son posibles.
Para seguir avanzando en su propuesta energética, ha creado también la empresa, ATEPO, dedicada a prestar asesoramiento sobre energías renovables y que colabora con el programa de desarrollo energético sostenible de Andalucía.
¿Cuánto cuesta una instalación solar para un hogar?
Para la instalación inicial, la familia Torres solicitó una subvención de 20.000 euros del Plan de Apoyo a la Construcción Sostenible. Con esta subvención, consiguió cubrir el 80% del presupuesto total. Sin embargo, la cifra más interesantes son las de retorno de la inversión inicial ya que el ingeniero amortizará la inversión en cuatro años. Esta amortización corresponde a una factura media mensual de 100 euros (como tenía en su hogar).
Sin duda, una historia de empoderamiento que nos inspira a poner en práctica aquello en lo que creemos y demostrar que los avances tecnológicos pueden ayudar solucionar los graves problemas medioambientales y sociales. Recordemos que la obtención de energía no sólo incide en los recursos naturales del planeta sino que fenómenos sociales como la pobreza energética indicen directamente en la vulnerabilidad de muchos sectores de la sociedad.
Desde Diseño Social apoyamos las iniciativas que impulsen y mejoren los sistemas actuales de autoconsumo eléctrico y compartido en los hogares para poder empoderar a los ciudadanos favoreciendo un consumo eléctrico más justo, libre y consciente.
Artículo escrito por Diseño Social / En Facebook
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