¿Cómo conservar nuestras frutas y verduras?

¿Prefieres calabacines guardados en la nevera o cebollas almacenadas al aire libre en la estantería de la cocina? Te damos algunos trucos y consejos para conservar adecuadamente las frutas y verduras.

En el ambiente

¿Sabías que una vez recolectadas, nuestras frutas y verduras continúan “respirando”, intercambiando finalmente humedad y calor con su entorno? A algunas no les gustan la nevera y prefieren el aire ambiente de la casa o, mejor aún, el de la bodega y sus 7 a 10°C. En esta categoría: cebollas, ajos, colinabos, calabazas, patatas… Un pequeño consejo: nunca almacenes patatas con cebollas, que hacen que maduren demasiado rápido.

Sin nevera

También es mejor olvidarnos de la nevera para los plátanos, ya que se ponen negros con el frío o el melón, que puede perder hasta el 80% de su sabor. Lo mismo que con el melón pasa con albaricoques, nectarinas, fresas y tomates, que disminuyen su sabor.  Un truco en el caso de los tomates: si te gustan frescos, pásalos por el cajón de las verduras de tu nevera unas horas antes de sentarte a comer.

Frutas protectoras, bien cerca

Algunas frutas, como las cerezas, las fresas o las uvas, no maduran una vez recolectadas, mientras que otras, como los tomates, los plátanos, los kiwis, las ciruelas y los melocotones, sí lo hacen.

¿Por qué ? Porque estas últimas producen de forma natural gas etileno, lo que hace que maduren no solo ellas sino también sus vecinas… Además, si quieres que una pera madure más rápido, colócala en una bolsa de papel junto a una manzana, campeona mundial en producción de etileno.

El truco está en envolver algunas verduras

En el cajón de verduras también existen trucos para almacenar las verduras, asegurándoles su debida protección. Los champiñones deben envolverse frescos, sin lavar, en toallas de papel de cocina seco. Para el brócoli y el apio, puedes guardarlos en bolsas de plástico perforadas.

¿Un pequeño truco para mantener fresca tu lechuga? Pon un poco de agua en la bolsa de plástico que lo encierra. En el caso de los espárragos, envuélvalos en un papel de cocina húmedo para mantenerlos frescos durante varios días. ¡Un chorrito de agua sobre las alcachofas y directas a la nevera! Finalmente, corta el follaje de los tubérculos (zanahorias, rábanos, remolachas) antes de almacenarlos. Y tranquilo/a, también hay verduras que puedes guardar fácilmente sin envolver: pimientos, berenjenas, calabacines, pepinos…

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