Poultree cría sus pollos de pasto en una explotación situada en Villanueva de la Vera, a 150 km de Madrid. Nos cuenta que en ese emplazamiento, en el que se ve la sierra de Gredos al Norte, hace menos frío, y además al ser un valle, los pollos están más protegidos del viento y de los depredadores.

José Luis es un hombre apasionado, de una verborrea didáctica que encandila, y sonrisa permanente, dice estar nervioso pero no se le nota en absoluto y sabe de lo que habla.

Su proyecto está basado en la práctica Holística de pastoreo, método que lleva practicando en otros proyectos anteriores y que ya aplicó con rumiantes como caballos y vacas. Con el proyecto de Poultree ya en mente, pasó de ser veterinario en el Proyecto de San Juan de Buenavista (caballos de deporte) y se hizo granjero. Todo esto pasó hace 3 años y ya lleva unos 6 meses como productor en algunas Colmenas de Madrid.

Tiene una producción de unos 1000 pollos al mes de su raza Broiler, de 3kg de canal. Es un producto rico en Omega 3 y vitamina A y E. Los pollos se alimentan de pasto, además de los insectos que cazan, y complementan su dieta con soja francesa libre de transgénicos y maíz ecológico de Talavera.

Su sueño es que el método Holístico deje de ser algo poco conocido y que incluso “se enseñe en las facultades, como en la Universidad Complutense de Madrid”, con la que colabora. El manejo holístico es un sistema de gestión que consiste en entender cada elemento como un todo en el que interactúan los diferentes elementos: la pradera arbolada, insectos y plagas, las plantas… 

“Es un ciclo de vida del que tenemos que aprender, ya que la naturaleza lleva siglos  perfeccionándose”, añade. Al introducir los pollos en la pradera, con los módulos de descanso y las cercas que ejercen de límite a la explotación intensiva de la misma, permite que los pollos se muevan libremente, pasten a su gusto, cacen insectos e interactúan entre ellos y, al remover el terreno y abonarlo, se fija mayor materia orgánica y carbono atmosférico al suelo. Las cercas se mueven cada dos días y los módulos cada 12 con lo que permite que las gramíneas se recuperen y vuelvan a crecer y al estar parcialmente limitado el espacio, las plantas se aprovechan al máximo y se regeneran fácilmente. 3 guardianes caninos vigilan las cercas porque en el campo siempre hay águilas, halcones, aves rapaces y zorros “y a todos les gusta comer pollo”, remata José Luis.

Nos cuenta que su mujer también es veterinaria de caballos y le está ayudando con el proyecto (ahora están intentándolo con vacas de raza Angus) y les encanta vivir allí con sus hijas pequeñas y generar su propia comida. Paradójicamente (será por la buena vida y alimentación) no han tenido que aplicar sus conocimientos veterinarios a sus pollos por qué no han tenido infecciones de ninguna partida (no usa antibióticos) pese al gran volumen de producción, “algún pollo cojito, pero por suerte nada más”, cuenta José Luis. 

Cruzando un bonito sendero flanqueado por madroños, cerezos  y nogales, aparece una pequeña casita vallada y protegida con puertas y luces infrarrojas, que dan calor a los pollitos, sobre todo durante las 2 primeras semanas. Y al abrirlas una explosión de vida nos arrolla; son los pollitos, que con sus carreras se pelean por las uvas de las parras que rodean la casa. 

José Luis es hiperactivo. No solo dirige el proyecto, sino que también cuida a los animales, diseña los módulos, mantiene la pagina web y el marketing, es productor en la Colmena de los que siempre atienden amablemente el teléfono… y además, ejerce de comercial y temporalmente de repartidor (en Madrid) colaborando con otros productores. 

Escrito por César Pérez, Responsable de la Colmena de Las Rozas. Encontrarás Poultree en Facebook e Instagram. Fotos y vídeo de Isabel Salcedo.