SPG, Km0-Slow Food, CAEM, CCPAE, … antes de “volver a la normalidad” en lo que a la comida también se refiere, te invitamos a revisar el alfabeto de los sellos de proximidad y ecológicos a modo de guía. Pero ojo! Hay algunas etiquetas inventadas por muchas marcas de la gran distribución que no son ni “natural”, ni “sano”, ni “casero”. Te descubrimos cuáles.
Hay varias maneras para que el consumidor pueda saber si un producto es local y/o ecológico. La mejor es sin duda el contacto directo con el productor, tanto en su finca, como gracias a iniciativas de confianza que fomentan los circuitos cortos de comercialización. Otro sistema son los certificados, que ofrecen una información transparente para que el consumidor tome su decisión de compra.
Los Sistemas Participativos de Garantía, certificado para lo local
Una forma de certificación poco conocida pero que potencia el contacto entre productores y consumidores son los Sistemas Participativos de Garantía (SPG). Se llaman participativos porque son los propios participantes (productores, comercializadores y consumidores) quienes deciden, gestionan y avalan sus propios criterios de calidad. Son ellos mismos quienes van a comprobar in situ que lo que hacen, venden y comen se ajusta a lo que desean.
Estos sistemas, suponen un paso adelante en la vía de la soberanía alimentaria, puesto que dan la oportunidad al propio consumidor de tener una implicación y un conocimiento real de la gestión de su comida. Así, los SPG también tienen en cuenta el concepto de impacto local y se construyen a partir de la confianza, las redes sociales y el intercambio de conocimiento.
Sellos km0
En Cataluña existe el sello “Venta de Proximidad”, creado por la Generalitat para acreditar la venta de proximidad de productos agrícolas, ganaderos o elaborados, y producidos en Cataluña. En los restaurantes también se pueden identificar estos productos, poniendo el logotipo a la carta.
En el resto de Estado se ha hecho alguna otra regulación en torno a la proximidad:
Slow Food-Km0
Restaurantes “Km 0-Slow Food” es un proyecto de Slow Food, una organización de alcance mundial que defiende las tradiciones gastronómicas y los alimentos buenos, limpios y justos, con un mirada que incluye los aspectos cultural, social y medioambiental. En un Plato km 0, el 40% de los ingredientes -incluyendo el principal- tienen que proceder de un radio de 100 km y se compran directamente al productor; el resto de ingredientes deben ser baluartes o pertenecer al Arca del Gusto, o tener certificación ecológica, y no pueden proceder de especies de pescado sobreexplotadas.
Los sellos ecológicos oficiales
El logotipo ecológico de la UE seguro que nos suena a todos. Se refiere al Reglamento comunitario (CE) 834/2007 y su cumplimiento se controla con auditorías anuales in situ de todos los operadores inscritos. En cada estado miembro de la Unión Europea, hay productos controlados por autoridades públicas, y otros controlados por organismos privados, pero todos tienen que estar reconocidos por la Unión Europea y seguir el Reglamento. Es por eso que en Europa puede haber disparidad de sellos y de logos que acompañan un producto ecológico en función de quien ha hecho el control. Sin embargo, el sello europeo -o “eurohoja”- es un elemento común, ya que es el obligatorio.
En el caso de España, la competencia es ejercida por las comunidades autónomas y conviven autoridades públicas de control y organismos privados autorizados que certifican y controlan la producción y el etiquetado de los productos ecológicos en el ámbito de Comunidad Autónoma. De sellos vigentes hay varios, pero los más comunes son:
Fuente: Soy Como Como
Cuando compramos un alimento certificado como ecológico, podemos estar seguros que se ha producido, transformado, envasado, etiquetado y comercializado según normas de producción muy estrictas que tienen como principio el respeto al medio ambiente, el bienestar animal y con técnicas que mantienen al máximo las propiedades naturales de las materias primas.
Los sellos trampa
“Hecho en casa, artesano, auténtico, de temporada, tradicional, real, natural, como antes, sano, tradicional, casero… Estos son algunos de los reclamos publicitarios más utilizados por la industria para hacernos creer que los productos que compramos cuentan con propiedades o atributos que, en realidad, no tienen”. Así empieza la campaña de Justicia Alimentaria Global sobre la publicidad engañosa de muchas grandes marcas que se han apuntado al carro de la “moda bio” e intentan despistar a los consumidores con etiquetas tan convincentes como éstas:
Fuente: Soy Como Como
¡Así que tenlo claro!: ninguno de estos dibujos en los embalajes de los productos garantiza que son ecológicos o de calidad.
Como consumidores nos es difícil poder elegir con seguridad ante el bombardeo constante de mensajes, sellos y packaging al que estamos expuestos… Pero estar informados nos ayuda a ser libres para elegir qué queremos comer y a quién damos nuestro dinero en el acto de compra.
Bibliografía y más info:
¿Qué significan los sellos ecológicos? y Las 7 trampas de los falsos ecológicos. Etselquemenges.cat y Soycomocomo.es
Información para crear un Sistema de Garantía Participativo y definición y criterios en Ecoagricultor.
Campaña de Justicia Alimentaria Global sobre la publicidad engañosa para la calidad de los productos: Mentira podrida.
Revista Opcions.org, en su número 46 sobre los productos de proximidad.
Si te gustan nuestros artículos, déjanos un comentario en nuestra página de Facebook. Descubre La Colmena que dice Sí aquí
comentarios