Lo dicen sus rostros: compromiso y entusiasmo. Porque en La Huerta de las Flores se cultiva por convicción. Con un poco más de un año de vida, el proyecto está asentado bajo unos principios bien claros: devolver a la tierra su fertilidad con prácticas ecológicas, recuperar variedades autóctonas de la zona y comercializar mediante la venta directa con el consumidor.
Su propio nombre, La Huerta de las Flores, ya rinde homenaje a la tierra. Por ser el arroyo llamado “de las Flores” el que riega sus tierras, y por la gran cantidad de flores de todos los colores que dan protección a los cultivos en verano. Y aunque la producción en la sierra norte de Madrid es muy corta y enseguida empieza el frío, cultivar en Bustarviejo, a 1250 metros tiene sus ventajas.
“Aquí se está regando con agua pura de manantial”, nos explica Carlos, uno de los 6 precursores del proyecto, “a pesar de que, por el efecto del cambio climático, cada año disminuyen las precipitaciones y hay mucho menos agua”. Pero además, el hecho de que las plantas se vean expuestas a fríos intensos por las noches, hace que generen más azúcares y aceites esenciales “y eso les atribuye una calidad excepcional”.
Gozan de esta singularidad los diferentes cultivos de invierno que nos vamos encontrando durante la visita a los productores por algunos terrenos del total de las 3 hectáreas que tiene la finca: cebolleta, coles de Bruselas, repollo, col kale…, mientras hundimos nuestros pasos en la nieve fresca. Algunos de ellos, por las condiciones meteorológicas, están protegidos con mantas térmicas.
“Parece que los calçots aguantan bien. ¿Sorprendente, no? A ver si inauguramos las calçotadas en Madrid!”, bromea Carlos. ¡Una buena manera de tejer puentes a través de los productos! En Cataluña, durante el final del invierno y comienzos de la primavera, es típico reunirse en grupo para cocinar a la brasa esta variedad de la cebolla conocida como calçots. Un buen vino, butifarras y la salsa romesco, una picada de frutos secos y tomate, complementan la experiencia gastronómica.
Pero el recorrido sigue, y más sorpresas nos aguardan en el almacén donde se hacen los pedidos. Para empezar, un regalo: botes de conserva con chucrut, que son las hojas de la col o repollo una vez fermentadas con sal. Acompañado de salsichas y panceta, es un plato muy conocido en Francia.
Otra variedad muy valorada en este país es la patata violette, que se utiliza muy a menudo en ensaladas y purés. Su color violáceo, igual que el de otras frutas y verduras rojas o moradas como el arándanos, la granada o la col lombarda, son ricas en antocianinas, un rico antioxidante, además de tener propiedades anti inflamatorias que ayudan a regular el colesterol.
Carlos nos vuelve a sorprender con una caja llena de bolsas con colores. Son 6 variedades recuperadas de alubias y judías secas, cada una con su particularidad. La judía suiza es muy apreciada por su sabor, el judión tiene muy poca piel y mucha miga, la plancheta es suave y fina, la garbancera es ideal para un buen cocido porque se cuece rápido, igual que “la de las once”, que la puedes poner en remojo a las 11 de la mañana y en dos horas ya se ablanda.
Finalmente, dentro de poco estos productores introducirán un nuevo alimento a su oferta: el pan. Han adaptado un gran espacio con un horno de leña tradicional para potenciar su elaboración artesanal de la mano de Irene y Daniela y su nueva aventura “HOGAZA Pan de Alta Montaña”.
“Empezar no es fácil, pero para nosotros es una apuesta de vida”, nos explica Pau, pareja de Irene, que además de experto del campo es un excelente paellero como todo buen valenciano. “Así que estamos con muchas ganas de que la iniciativa salga bien porque la agricultura también es una buena manera para hacer que las cosas cambien”.
Entusiastas y comprometidas nos fuimos nosotras también, dejando atrás ese paisaje teñido de blanco, envolvente, cautivador, en el que brotes verdes y preciosas flores aguardan silenciosas la llegada del buen tiempo.
Gracias, La Huerta de las Flores, por transmitirnos esa pasión por lo que hacéis y creer en los proyectos que empiezan.
Conoce sus flores y mira como cambia el paisaje de La Huerta de las Flores en verano. El reportaje Aqui la Tierra de RTVE nos lo muestra.
El artículo Savia nueva en el campo de El País habla de la vuelta al campo de las nuevas generaciones y de la importancia de los nuevos modelos de circuito corto que se están implantando. Como lo denomina Gustavo Duch en el propio artículo, experto en soberanía alimentaria, “estamos frente a una (re) vuelta al campo”.
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Hay que animar a la gente joven que tiene inquietudes y proyectos tan estupendos como este, ánimo y adelante.
Muchas gracias Manuela! Como dices, hay que apoyar el trabajo tan valioso que hacen todos estos productores que, además de proporcionar alimentos saludables y de calidad, respetan y cuidan a esa “madre tierra” tan preciada que tenemos.