Comer bien: la mejor motivación para “la vuelta al cole”

Según un estudio, el 67.91% de los españoles no lleva nada bien volver al trabajo después de las vacaciones, siendo “los kilos de más por no comer bien” una de las causas principales. Pero… ¿sabías que la mayoría de los encuestados, el 73.95%, valora como principal motivación el cuidarse y mejorar su alimentación como clave para volver a arrancar en septiembre con más ganas?

Septiembre acaba de llamar a nuestra puerta de nuevo… y aunque más de uno intentemos alargar el verano sentados en una silla en el balcón, poniendo nuestras piernas al sol, es hora de afrontar que “la vuelta al cole” y no nos queda nada mejor que enfocarla en positivo. Porque otra vez tenemos la oportunidad de volver a comer bien. ¡El retorno a los buenos hábitos se ha hecho esperar, pero ha llegado el momento!

Porque sí, seamos sinceros, alimentarnos bien no estaba en nuestros planes veraniegos: que si el chiringuito, que si las comidas a deshoras, que si las tapitas con la familia y amigos. ¡Benditas vacaciones! Porque “una vez al año no hace daño”, pero ahora toca volver a nuestros planes saludables.

No nos miréis así que ya lo sabíais…

Pero ‘comer bien’ implica muchas más cosas de las que imaginamos. No significa hartarnos a comer verde, si no, por ejemplo, comer de proximidad, sin intermediarios y favoreciendo el comercio local.

Nos hemos mal acostumbrado a ir al supermercado y poder comprar melón, tomates, calabacines, todo lo que nos pueda apetecer, fuera de temporada y además, pensando que es la opción más económica. ¿Qué ocurre? Que muchas veces terminamos comprando más y de peor calidad: ofertas 3×2, colocaciones estratégicas de los productos, el no saber (o no preocuparnos de saber) el origen de lo que consumimos, etc, son factores que cuentan a la hora de comer o no comer bien. Y no sólo eso, sino que si consumimos productos de la otra punta del mundo, imaginad todo lo que han tenido que recorrer para llegar hasta nuestras cestas de la compra.

Ahora parémonos a pensar en que si por un manojo de espárrago de Perú estamos pagando 1 euro, ¿qué debe estar ganando el campesino que lo cultiva? ¿Cuánto tiempo tiene que haber estado refrigerado hasta llegar a nosotros?

Y es que a día de hoy hemos desaprendido cómo funciona la tierra, cómo saben los alimentos y cuándo se deben consumir. Esta es nuestra asignatura pendiente. Y por algún porqué, parece que tengamos cierto rechazo a decidirnos a consumir productos locales, pensando que nuestros bolsillos se verán resentidos.

Pero ¡no!, este tipo de alimentos no tienen que ser tan caros cómo para hipotecar nuestro riñón y parte del otro. Hay opciones para poder comprar local y a buen precio: la compra directa a los productores, ir a mercados locales, los grupos y cooperativas de consumo, las Colmenas. Todas estas, son alternativas que nos permiten comer bien y a precios asequibles. Además, reducimos el impacto ecológico y los precios son muchísimo más justos para los productores.

Día de encuentro en una Colmena

Comprar directamente al agricultor, ya sea en los mercados que se realizan en los barrios o vía online, como pueden ser las Colmenas, son alternativas que nos ayudan a ser conocedores de lo que comemos, además de que sabemos que pagamos un precio justo sobre lo que compramos y obtenemos un producto de mayor calidad. Seguro que hay opciones en tu barrio que quizás no conoces y que te sorprenderán.

Entonces qué… ¿te animas a que tu “vuelta al cole” sea de lo más saludable?

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