Cómo hacer un ramo… ¡para comer!

Ofrecer ramos que se puedan comer, ¿y si fuera la buena idea de esta primavera? Te dejamos con consejos florales y gourmet para elaborarlos.

Gracias a los días más largos y cálidos, en este período es fácil que te inviten a tomar algo en las terrazas, que ya se empiezan a llenar. Y luego pronto será el Día de la Madre, y el próximo domingo la parrillada con los amigos… y en general queremos darle un toque de primavera a la casa.

Pero, ¿cómo evitar el trivial (y a menudo incluso un poco kitsch) ramo de flores cortadas que suele cultivarse en un invernadero, al otro lado del mundo, esmaltado con laca y celofán y ensartado con metros de cinta?

Es muy fácil en realidad. Basta con sustituir las rosas, las calas y los tulipanes por hierbas aromáticas, flores comestibles y algunas verduras frescas.

¡Así apoyas a tus pequeños productores locales favoritos y a la vez sorprendes a tus invitados!

¿Tienes miedo de que el resultado no esté estéticamente a la altura? ¡Estamos aquí para hacerte cambiar de opinión!

Un ramo de acelgas y col

Para este romántico arreglo floral, utiliza unas ramas de abedul (si las secas las hojas infusionadas tienen propiedades depurativas y diuréticas), 3 cabezas de alcachofas moradas, 5 ramas de lilas (los pétalos frescos y comestibles te permitirán hacer un postre como una jalea, un sorbete, ¡o incluso un té helado de delicioso sabor! Ten en cuenta que estas flores blancas o moradas se pueden congelar y sacar en el momento adecuado o dejarlas secar), dos cabezas de colinabo, unas hojas de acelga y col lombarda.

Para podar tallos y hojas, utiliza tijeras de podar. Para cortar las verduras, es mejor equiparse con un pequeño cuchillo de cocina. Además, no hay necesidad de invertir en espigas, alambre u otras espumas florales, ya que los palillos alargados que usamos para hacer pinchos, nos sirven.

Por otro lado, para perfeccionar tu composición, no dudes en reciclar un cordón, papel kraft, una hoja de papel de seda o hacer una pequeña tarjeta casera.

Por último, si quieres envolverlo, ¡da rienda suelta a tu creatividad! Una ensaladera, una tetera, una jarra, una botella de boticario, un zapato viejo… ¡todo vale!

Un centro de mesa de espárragos

Para hacer este centro de mesa, hay que utilizar un manojo de espárragos y atarlo alrededor de un frasco. Luego, solo hay que componer el ramo con perejil de hoja plana, cogollos de coliflor clavados en brochetas de madera, 3 ajos y 3 ramas de eucalipto (sí, se puede comer el eucalipto en Infusión; es beneficioso para las vías respiratorias, pero con moderación porque puede ser nocivo en dosis altas. Sus hojas también pueden perfumar tu casa).

Por último, puedes añadir unas flores de caléndula (nos encanta su sabor a nuez moscada, perfecto para aderezar una ensalada. Tampoco te excedas, porque tomada en dosis altas, ¡esta flor es alucinógena!).

El sabor de las flores comestibles

Si no eres un experto, cíñate siempre a las plantas y flores que mejor conozcas.

Menta, perejil, eneldo, salvia, laurel, acedera, espinaca, diente de león, verdolaga… ajo, brócoli, col romanesco, col rizada, rábano, hojas de guisantes, zanahoria, puerro… lavanda, capuchina, borraja, dalia, pensamiento, azafrán, caléndula, jazmín, azafrán, begonia, amapola, margarita… flor de calabaza o calabacín… ¡la lista de flores comestibles es larga! Precaución una vez más, si tienes la más mínima duda, sigue tu camino y deja la flor crecer.

En tu ramo, varía los placeres. Combina hojas, una flor comestible y una o varias hortalizas… La idea es combinar los elementos teniendo en cuenta sus texturas, sus colores, sus olores e incluso sus sabores.

¿Terminaste tu recolección? ¡No esperes antes de sumergir los tallos en el agua, ya que en caso contrario verás tus plantas marchitarse en muy poco tiempo! Lo ideal es componer tu ramo el Día D con elementos recién recolectados o cortados, minimizando el tiempo que pasan fuera del agua.

Terminamos con una foto de un ramo compuesto por hojas de olivo (recomendado como infusión en caso de hipertensión), apio, tallos de puerro, rábano y guisantes… Apetecible, ¿no crees?

¡Es hora de comer el ramo!

Dado que nuestros ramos son comestibles, ¡no podemos evitar comerlos! ¡Aquí hay dos pequeñas recetas para no desperdiciar nuestras creaciones artísticas!

Helado de lilas (para cuatro personas)

  • 200 g de azúcar
  • 350 ml de agua
  • 1 cuenco de flores de lila (sin las partes verdes)
  • 3 yogures
  • Un poco de arándanos

Calienta en una cacerola agua y azúcar. Espera a que el azúcar se disuelva y el agua comience a hervir. Luego agrega las flores de lilas antes de retirar del fuego, cubre con una tapa y deja infusionar suavemente. Espera unas horas antes de colar y dejar enfriar en el frigorífico.

Añade los arándanos (que dan color) y mezcla con el almíbar enfriado y los yogures. Finalmente, vierte la mezcla en un recipiente para ir al congelador. Mezclar bien y servir.

Infusión de eucalipto (para una taza)

  • 1/2 cucharadita de hojas frescas o secas
  • unos 200 ml de agua

Calentar el agua hasta que hierva y cubrir con las hojas. Dejar infusionar durante diez minutos. Bebe una taza de esta bebida de 3 a 5 veces al día para el dolor de garganta, tos o resfriado.

Escrito por Marie Cochard (La Ruche qui dit Oui !)

Si te gustan nuestros artículos, déjanos un comentario en nuestra página de Facebook. Descubre La Colmena que dice Sí aquí

comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *