Brindemos por unas navidades saludables y responsables

Resuenan campanas de navidad y antes de que se nos eche el tiempo encima es hora de proponeros opciones saludables para preparar las mesas, que a parte de vajillas y manteles bonitos deben componerse por platos ricos y pensados con cabeza. No voy a hablaros de excesos o de las comilones que nos damos entre fiesta y fiesta porque se sabe hasta en la china que en navidad se come más de lo normal. Tampoco hablaré de cómo el Roscón de Reyes se comercializa poco después de quitarnos las chancletas y el biquini. No, no, no. Os vengo a hablar de platos ricos, originales y saludables, y de responsabilidad a la hora de escoger el menú.

Repitan conmigo a modo de mantra: “planificar antes de comprar y cocinar”. Repitan, y póngalo en práctica porque amigos, es la clave para disfrutar con cabeza de las comidas y cenas de navidad. Tener claro el menú, el número de comensales, escoger ingredientes saludables y que puedan ser utilizados para el resto de comidas de la semana y evitar al máximo que queden resecos y abandonados en el lado más oscuro de la nevera o peor aún, de la basura… son algunos aspectos que tenemos que valorar.

¿Cómo elaborar un menú navideño con cabeza?

Dos cosas tenemos que tener claras: 1. Los platos pueden ser originales, sabrosos y saludables a la vez. 2. No se trata de contar calorías, ni por exceso ni por defecto, es decir, no se trata ni de descontrol ni de no probar bocado. Se trata de comer disfrutando tanto de comida como de compañía.

Sabemos que los ingredientes típicos suelen ser contundentes, que en estas comidas y cenas parece que nuestro estómago tiene vida propia y que los entrantes suelen ser grasientos, difíciles de digerir y no tienen fin, por lo que ¿por qué no darle la vuelta a la situación anticipándonos a todo esto? Para ello, el truco es fácil: escoger ingredientes saciantes que protagonicen los entrantes y platos principales.

Entrantes: Una opción muy recurrida es la de sorprender con patés vegetales, desde crema de aguacate, a los diferentes tipos de hummus (tradicional con garbanzos y tahini, de guisantes, de pimiento rojo, de remolacha… ¡llena la mesa de color!), olivada, paté de berenjena o baba ganush, e incluso cremas de queso al gusto. Tan sencillo como poner a escurrir en una gasa yogures naturales (o de soja) durante un par de horas en la nevera para que suelte todo el suero y espese, y mezclar la crema con tus especias favoritas, por ejemplo orégano y pimentón. ¡Delicious!

Para acompañar estos untables saludables y saciantes, puedes hacer crujiente de calabaza. Basta con asar la calabaza, triturarla y mezclarla con huevo, colocar la masa bien extendida y fina sobre una fuente de horno, dejando hornear media hora por cada lado y cortando en bastoncitos crujientes una vez hecha. ¿Original, eh?

Platos principales: En función de los gustos y tradiciones de cada uno, el menú puede  componerse de un primer y segundo plato o de plato único. La idea es la misma: vestir los platos con sus mejores galas de ingredientes saciantes. Por ejemplo, una buena idea es introducir de primero una crema de cualquier verdura de temporada (¿qué tal de setas o de castañas?) y un segundo más tradicional compuesto por carne, pescado o marisco. En caso de optar por un plato único se puede acompañar por ejemplo un entrecot con boniato asado aderezado con salsa agria. Os aseguro que es un acierto seguro.

Dulces: Sabemos que abundan y que por norma general le gustan hasta a la madre del cordero. ¿Qué mejor opción que hacerlos caseros? Garantizo que la receta que os dejo aquí debajo es un tesoro en bruto, que es sencilla, rápida y deliciosa.

Turrón cremoso sabor “Xixona”

  • 150 g de anacardos crudos
  • 100 ml de crema de cacahuete
  • 7 dátiles deshuesados
  • Una pizca de vainilla o cacao en polvo
  • Almendra picada al gusto

Dora durante un par de minutos los anacardos en una sartén. Con la ayuda de una batidora potente con función de picadora, tritura los anacardos hasta obtener una textura fina. Tritura los dátiles previamente deshuesados y cortados en trocitos y junto a la crema de cacahuete bate bien la mezcla. Cuanto más potente sea la batidora menos trabajo costará trabajar la mezcla espesa. Es importante tener paciencia ya que añadir más crema de cacahuete para que ablande, dará lugar a una textura demasiado líquida. Añade una pizca de vainilla, o si lo prefieres, una cucharada sopera de cacao puro. Por último añade almendra picada al gusto. Pon papel vegetal a un recipiente rectangular y coloca bien la masa. Deja enfriar en la nevera un par de horas y corta el bloque en cuadraditos.

Es un turrón casero, riquísimo, sin azúcar y saludable. ¿Alguien da más?

¡Felices fiestas!

Artículo escrito por Victoria Fagúndez Rodríguez, Dietista – Nutricionista. Podéis seguir a Victoria en su página de Facebook e Instagram.

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