Blanco y en botella: bebida vegetal

Personas con intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de leche, veganas, o simplemente, personas que quieren reducir el consumo de alimentos de procedencia animal. Cada vez son más los motivos y por tanto, cada vez es mayor la oferta de las bebidas vegetales en nuestro país.

Hace algo más de una década empezaban a comercializase las bebidas de soja como alternativa a la leche de vaca, aunque su demanda se debía más bien a su sabor exageradamente dulce que la asemejaban más a un batido que a la leche convencional. De hecho, era común encontrar bebida de soja de vainilla o de chocolate. Poco a poco, se colaron en nuestras vidas las bebidas de avena, de almendra, de arroz y de coco, comenzando así el boom de las bebidas vegetales. A día de hoy, encontramos fácilmente bebidas de alpiste, de cáñamo, de espelta y de kamut, entre otras variedades exóticas.

¿A qué se debe tal furor?

Como decía, los motivos se incrementan siendo el objetivo final el mismo: disminuir o no consumir leche de vaca.

Ningún alimento es imprescindible, pero lo cierto es que la leche de vaca cubre una necesidad social (ojo, no digo nutricional) a la que solemos estar muy acostumbrados. Es la dulcinea del quijote llamado café, forma la base del desayuno más común, y ¿quién no toma un vasito de leche antes de dormir? Es por este motivo, que las bebidas vegetales más que responder a una necesidad nutricional, responden a una necesidad cultural.

¿Qué aportan nutricionalmente?

La realidad es que las bebidas comerciales no dejan de ser agua en un noventaymucho por ciento con un poquito de aquél que llaman ingrediente principal. Nos ponemos en situación: Encontramos bebidas de almendra con un ridículo 2% de almendra y bebidas de arroz con más aceite refinado y azúcar que arroz.

Esto nos hace entender, que las bebidas vegetales, no confieren las propiedades nutricionales del ingrediente del que supuestamente proceden. Por ello, aunque las almendras sean ricas en calcio, una bebida de almendra, ad no ser que esté enriquecida no podrá destacar por ello.

La bebida de soja, es la única que nutricionalmente podría compararse a la leche de vaca debido a que aproximadamente comparten la misma cantidad y calidad de proteínas.

8 recomendaciones de nutricionista para escoger una buena bebida vegetal:

  1. Sé tú mismo quién elabore tu propia bebida vegetal, con alimentos locales. No hay mejor manera de consumir una bebida mucho más interesante nutricionalmente que controlar tú mismo tanto ingredientes, como cantidades. Si sigues leyendo, te regalo una receta de bebida de almendra que está deliciosa y es bien sencilla.
  2. Si decides consumir bebidas envasadas, no la escojas por sus supuestas propiedades nutricionales, si no por el sabor o textura que más te guste. Recuerda que a excepción de la bebida de soja, ninguna es comparable nutricionalmente a la leche de vaca.
  3. Lee detenidamente la lista de ingredientes y rehúye de aquellas que lleven en su composición azucares añadidos. Más aún si ocupa los primeros ingredientes de la lista.
  4. Si tu bebida vegetal favorita contiene aceites refinados, no la consumas diariamente. Es frecuente que en según que tipo de bebida, le añadan aceite para mejorar la textura y sabor de la misma.
  5. Siempre y cuando la calidad de los ingredientes esté bien y quieras buscar un enriquecimiento nutricional, escoge aquellas bebidas enriquecidas en calcio o en otros minerales como la vitamina D y B12.
  6. En caso de ser intolerante al gluten y gustarte las bebidas de avena, escoge aquellas certificadas sin gluten, que aunque son más difíciles de encontrar, disponemos de ellas también.

Bebida de almendra casera

Ingredientes:

  • 1 litro de agua
  • 200g de almendras crudas (de procedencia española, ¡por favor!)

Ingredientes opcionales:

  • Canela o vainilla en polvo
  • Dátiles

ELABORACIÓN:

Lava las almendras para eliminar al máximo el polvillo que procede naturalmente de su piel y ponlas en un buen recipiente, en remojo con agua, y refrigera. Si las dejas en remojo más de 10h, cámbialas el agua pasado ese tiempo.

Lava de nuevo bien las almendras y ponlas en el vaso de una batidora o picadora potente junto a 1 litro de agua. Tritura bien y añade la mezcla en una bolsa de filtro o gasa. Apreta bien para extraer la bebida.

Si tu paladar aún no está acostumbrado al sabor natural de los alimentos, te recomiendo endulzar añadiendo canela, vainilla en polvo o triturar junto a las almendras un par de dátiles para conseguir una bebida de almendra más dulce.

¿Os animáis a probarla y me compartís vuestra experiencia? ¡Buen provecho! 

Artículo escrito por Victoria Fagúndez Rodríguez, Dietista – Nutricionista. Podéis seguir a Victoria en su página de Facebook e Instagram.

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