Conociendo la Huerta de Leo

En la Huerta de Leo no sólo se cultivan tomates, pimientos, berenjenas o árboles frutales…, también se cultivan valores. Valores muy humanos, de los de verdad. Cada día los riegan, los cuidan y los miman para que crezcan a la par que crecen sus productos hortícolas y su cooperativa.

Es por eso que cuando llegas a la Vega del Jarama, a las afueras de Madrid, ves hectáreas de frutas, verduras y hortalizas a punto de ser cosechadas que tiñen de color el paisaje e inundan de olor los campos, pero después de un par de horas conociendo el trabajo de Mario, creador de este paraíso agroecológico, y su propuesta de valor, ves entre col y col, asomar los brotes del respeto y del cariño por la tierra. 

Así es La Huerta de Leo, un proyecto que mezcla valores medioambientales, cooperativos y sociales, apostando por el apoyo entre productores, la cercanía con el consumidor final y la reconexión con la agricultura tradicional. ¿Te vienes conmigo a conocerles?

¿Cómo nace el proyecto de la Huerta de Leo?

La Huerta de Leo nace de la necesidad de reconectar con la tierra y con los valores más arraigados a la sostenibilidad y responsabilidad social y alimentaria. 

Con 18 años, Mario, un joven de ciudad, tenía claro que quería dedicarse al campo. No venía de familia campesina ni agricultora, pero creía en la necesidad de aportar al mundo desde lo más básico y tradicional: la alimentación vegetal. En esa época no había formación profesional en Madrid que tuviese que ver con la agricultura así que se formó en jardinería y comenzó a trabajar de jardinero. Sin embargo, algo le seguía moviendo por dentro.

Para Mario la agricultura es la base de todo, es la base de la alimentación y son nuestras raíces. Además, la ecología, el contacto con la naturaleza, la sostenibilidad y el respeto le hicieron cambiar el rumbo: “Hay veces en la vida que hay que hacer lo que uno quiere, y aunque emprender sea muy duro y el trabajo en el campo más aún, pensé que me iba a dedicar a algo que todo el mundo consume y que muy mal tendría que irme para no poder vender mis productos”. 

Hace aproximadamente 7 años, decidió apostar por el proyecto en el que creía y dejó su trabajo fijo para centrarse en él. Coincidió con una iniciativa del ayuntamiento de Rivas en el que daba la posibilidad a 16 proyectos de formar parte de un proyecto Agroecológico, dando una oportunidad real para el desarrollo del sector ofreciendo parcelas sacadas a concurso de 2 hectáreas. Mario lo tuvo claro y presentó su propuesta, y así, coincidiendo con el nacimiento de su hijo Leo, nació también, La Huerta de Leo. 

¿Qué requisitos tiene que cumplir la huerta para ser certificada con el sello ecológico?

Obtener el sello es un proceso lento que tarda aproximadamente dos años en concederse. En su caso, aunque desde el inicio se han acogido a prácticas ecológicas, pronto decidieron certificarse como huerto de producción ecológica y lo son desde hace dos años. 

“Ser un huerto certificado con el sello ecológico significa que todo lo que utilicemos tanto para la plantación como para la lucha contra plagas, debe ser autorizado por la agricultura ecológica. Productos fertilizantes, tratamientos para plagas y enfermedades, el abono, el plantel, las semillas… todo tiene que estar autorizados, es decir, no se pueden utilizar agrotóxicos ni tratamientos químicos. El plantel tiene que proceder de empresas de cultivo que cumplen con los requisitos agroecológicos. Dependiendo de las plagas, se utilizan un tipo de tratamientos u otros elaborados a base de elementos naturales como de extractos de plantas, y además se puede emplear cobre y azufre siempre y cuando se respeten cantidades y formulación registradas por la agricultura ecológica.” 

Cada año, el Huerto de Leo, pasa una inspección del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid (CAEM) para asegurar la buena praxis en la huerta. Esto consiste en presentarles una serie de información previa que justifique que los métodos que se llevan a cabo en la huerta son en base a lo estipulado por legislación de agricultura ecológica. Dentro de esta documentación se incluyen las facturas de todo el plantel y semillas certificadas en agricultura ecológica que compran, las facturas de todos los productos fitosanitarios y fertilizantes, y las facturas de la tierra autorizada como ecológica para los semilleros… y una vez presentada la documentación, hacen una visita a la huerta comprobando que se corresponde a la realidad (por ejemplo, que el número de plantas se corresponda a lo que han justificado como compra en las facturas), se analiza los productos fitosanitarios y se analizan muestran. 

¿Cómo es un día a día en la huerta de Leo?

A día de hoy, el equipo de La Huerta de Leo lo forman 3 personas: Mario, Jorge y Raquel. Entre los tres gestionan la huerta de arriba abajo y ellos mismos se encargan de organizar y repartir los pedidos hacia las Colmenas.

“El día a día en la huerta es muy variable ya que depende del volumen de reparto, pero normalmente los lunes los dedicamos a cosechar en base a los pedidos que haya, se almacena el producto en el almacén y el martes se preparan los pedidos del día a primera hora para que salgan las rutas de reparto. Además, se aprovecha para cosechar y dejar preparados los pedidos del miércoles. De este modo, los miércoles podemos repartir los pedidos a primera hora y aprovechar el resto del día para avanzar en el trabajo de la huerta. Dependiendo del volumen de pedidos de jueves y viernes se cosecha y se dejan preparados los pedidos de nuevo organizando entre los tres la carga de trabajo y las diferentes tareas de gestión y logística. 

Fotografía de Isabel Salcedo

También depende mucho de la época del año que sea. En verano en la que más trabajo hay en la huerta. Por un lado, es el momento de recolectar los productos que más suele demandar la gente (¡nos gusta el producto de verano!), pero también de ser precavidos y de plantar las coles y el cultivo de invierno.” 

¿Cómo trabajáis la huerta?

Organización y sentido común:

En una huerta tradicional y agroecológica como La Huerta de Leo cada día cuenta y la organización y planificación es fundamental para que el producto se pueda cultivar a tiempo ya que no emplean técnicas de maduración artificial ni aceleradores de crecimiento. 

Por ejemplo, de Noviembre a Febrero es cuando menos carga de trabajo hay debido a la propia naturaleza: las heladas. “Siempre hay algo que hacer pero el invierno frena el ritmo de trabajo en una huerta como la nuestra”.

“Comenzamos a plantar aproximadamente a partir de febrero cuando las heladas son más suaves: cultivos de primavera como las habas tardías, guisantes tardíos, coles de primavera, acelgas… Todo lo que no sea cultivo sensible a las heladas porque aún es época de frio. Evitamos por lo tanto plantar solanáceas y cucurbitaceas, es decir tomate, pimiento berenjena, pepino, calabacín, melón, sandía… Este tipo de cultivo sensible se empieza a plantar en pequeña cantidad a partir de mediados de marzo protegidos por una marta térmica o semitunel de material biodegradable para protegerlo al menos unos grados del frío, hasta que cesen las heladas. En cultivos como espinacas, acelgas o apio, también se protegen con mantas térmicas, con el fin de que la planta no muera y que cuando pase el frío pueda coger fuerza y crecer. No hay otro truco que guiarnos por el ritmo de la naturaleza y respetar el ciclo vital de cada especie.”

Cosecha manual

“La cosecha es totalmente manual. Somos nosotros quienes cosechamos uno a uno los productos. A veces hay fruta que se recoge un poco verde si preveemos que hay pájaros que pueden venir a comerlas, u hortalizas en caso de que haya plaga de conejos. Solemos estar bastante atentos a esto, pero normalmente cosechamos en el momento óptimo de maduración. Esto puede chocar al consumidor acostumbrado a comprar en supermercados frutas y hortalizas con maduradas controladas en cámaras y es aquí dónde tenemos que hacer trabajo de educación y sobre todo, de sentido común. Que una fruta no sea estéticamente perfecta, no significa que esté mal. Que un tomate este blandito en vez de terso, no significa que esté mal. Significa que son productos de la naturaleza, tal y como la tierra lo dan.” 

Ayuda mecánica para labrar la tierra:

“Tenemos un tractor que nos ayuda a labrar la tierra y a colocar el sistema de riego. Son cintas que obtienen el agua directamente del pozo del parque agroecológico y que nos permiten el riego por goteo en toda la huerta.” 

Variedades.

“Contamos con árboles frutales: cerezos, ciruelos, higueras, manzanos, melocotoneros y perales de diferentes variedades”. Somos un huerto joven por lo que todavía son pequeños y no dan mucho fruto. Un árbol necesita su tiempo para hacerse grande y producir mucha fruta.

Por otro lado, tenemos: berenjenas, pepinos, pimientos, tomates, melones, sandías, calabazas, acelgas, cebollas y coles de diferentes variedades, hinojo, apio, remolacha… en total, unas 20 variedades. 

Sin embargo, hay productos que no trabajamos. Respetamos el entorno en el que vivimos y por ejemplo, en estas tierras, no crecen bien los frutos de raíz subterránea como la zanahoria. En estos casos, respetamos y ayudamos a compañeros a Málaga a comercializarlas en Madrid.” 

Semillas y plantel

“Depende mucho del producto. Por ejemplo, la variedad de calabaza es de semilla propia porque son fáciles de sacar y el producto es bueno. El melón, la sandía, el pepino y el calabacín también. Sin embargo, en otro tipo de hortaliza se compra el plantel ecológico con semillas seleccionadas.” 

Conservación.

“Como decíamos, la cosecha se hace o un día antes o el mismo día del reparto del pedido, por lo que es cuestión de horas. Si conservamos el producto lo hacemos en cámaras normales excepto en productos menos perecederos como la calabaza y la cebolla. En estos casos podemos cosechar y conservar bien hasta marzo o abril, siempre y cuando vigilemos que el ambiente es seco y que no haya heladas.” 

Fotografía de Isabel Salcedo

¿Cuáles son vuestras expectativas de futuro?

Desde que nació La Huerta de Leo se ha duplicado en hectáreas, fruto del amor que ponen en cada paso y decisión que toman, siempre respetando sus valores tanto como cooperativa, como personales. Decidieron colaborar con otros proyectos agroecológicos para compartir recursos como un tractor que les ayudase a trabajar la tierra y un almacén que les permitiese la mejora logística y el crecimiento en pedidos, pudiendo así repartir a más madrileños su cosecha. 

“El apoyo entre compañeros: Es difícil, comenzar un proyecto agroecológico, sobre todo si no vienes de una familia agricultora que te haya enseñado. Hemos tenido que aprender mucho y el apoyo en este punto es fundamental. Siempre hemos creído que los pequeños agricultores y pequeños proyectos debemos unirnos y el tiempo nos ha dado la razón”.

En los próximos años, les gustaría invertir en su propio invernadero para mejorar la producción y basar su plantación en semillas tradicionales. 

¿Un deseo?

“Sobre todo concienciación. Por un lado, que basemos nuestros esfuerzos en la reeducación y concienciación a la población para que se valoren las buenas prácticas agroecológicas y el comercio justo, de temporada y de cercanía, y por otro que valoremos la tierra que tenemos, la oportunidad que nos da y volvamos a apoyarnos en comunidad, cooperando para traer al presente las bases más tradicionales, como alimentarnos de alimentos vegetales naturales.” 

Fotografía de Isabel Salcedo

Reflexión y agradecimientos.

¿Y si volvemos a los orígenes? ¿y si apoyamos pequeños proyectos agrícolas que día a día se esfuerzan por facilitarnos el consumo de productos saludables y de calidad? ¿y si tomamos decisiones como consumidores que respeten el planeta, la economía circular y la mejora de nuestra salud y la del planeta? 

Desde aquí quiero dar las GRACIAS a la Huerta de Leo por haberme abierto las puertas de su huerta y haberme permitido conocer de primera mano el trabajo tan bonito que realizan con tanto cariño y vocación, y a ¡La Colmena Que Dice Sí! por darme la oportunidad de hacerlo posible. De verdad, gracias. 

Escrito por Victoria Fagúndez Rodríguez. Dietista – Nutricionista en www.creanutricion.com

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